Curioso thriller que incluye secuestro, traiciones y asesinatos en el que las cosas nunca son lo que parecen. Con un guión pausado, que no lento y cierto aire de independiente, el argumento se centra en la muerte de la esposa de un senador en lo que inicialmente iba a ser un fácil secuestro. La trama se va complicando a medida que avanza la película, a la vez que los personajes nos cuentan su propia historia, bien mediante inusuales escenas de sexo, bien mediante ácidos y divertidos diálogos. Posiblemente lo mejor del film sea la estupenda actuación de Alan Rickman, un policía algo pasado de vueltas, que en ningún momento quiere formar parte de la investigación. Del resto del reparto cabe destacar a la protagonista, Carla Gugino, que interpreta de forma convincente su personaje, sensual e inocente al mismo tiempo. Entretenida.