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Voto de Jark Prongo:
6
6,1
105
Ciencia ficción. Intriga
FM (FM Einheit) despierta un día con la sensación de que el Muzak está diseñado para controlar y para lavar el cerebro de las masas, algo semejante a las lobotomías. También piensa que esta música envía mensajes subliminales que pueden paralizar el pensamiento crítico. A raíz de este despertar visionario, FM baja a una hamburguesería y allí registra el sonido ambiental para comenzar a hacer experimentos en su casa y conseguir un aparato ... [+]
21 de noviembre de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine punk se ha hecho mucho. Ahora bien, salvo cuatro cosas todo es una puta basura, lo mismico que en lo que se convirtió el movimiento punk en cuanto fue asimilado por el sistema: un nicho de mercado más, otra posibilidad de negocio a costa de la presunta rebeldía de la gente, una ingeniería social que además reportaba –y sigue reportando- enormes beneficios. La filmografía de Derek Jarman al completo es punk, siendo más visceral en el sentido estricto Wittgenstein que la propia Jubilee. Liquid Sky y Repo Man son punk, e igual sucede con Out Of The Blue. El Cine de la Transgresión de Nick Zedd y Richard Kern no es que sea punk, es que hay que denominarlo hiper punk. Y su manifiesto una obra maestra. Si consideramos que el cine punk ha de ser esa confrontación nihilista que arremete contra todo cual pollo sin cabeza obteniendo por resultado revueltas y destrucción la expresión definitiva no sería otra que aquella La Fin Absolue Du Mond ficticia que se mostraba en Cigarette Burns de Carpenter, más bien un medio para expandir el caos que una película. En la vida real lo más cerca que se ha rondado eso ha sido gracias a Guy Debord y su ultra radical Hurlements En Faveur De Sade, obra que irritaba tanto al público que asistía a sus pases que parece ser que de comenzar el visionado de forma civilizada la obra de Debord les tocaba tanto los cojones que acababan cantando el Demoler de Los Saicos al término de la obra. Que no hay que olvidar jamás que si Guy Debord creó involuntariamente el punk en lo ideológico Los Saicos lo hicieron en lo musical.
Decoder es ciberpunk. Una película igual de áspera en su forma que la música de Genesis P-Orridge que en ella suena. Un film que muestra un presente distópico mugriento en grado sumo porque así puede exponer sus ideas de una forma más clara. Unas ideas brillantes que tienen mucho que ver con las reflexiones sobre los medios de Marshall McLuhan solo que planteadas desde un punto de vista rayano en lo conspiranóico para así plasmar mejor lo que se quiere plantear. La movida es que a través de muzak, un conjunto de frecuencias sónicas determinadas, el Gobierno mantiene la paz social que sólo garantiza el lavado de cerebros a nivel masivo. Anula cualquier voluntad en sus ciudadanos, les somete, les convierte en peleles que poder manejar a su antojo. Un grupo de rebeldes descubren esto y modifican las frecuencias, las remezclan hasta convertirlas en música industrial. Y sucede lo mismo que cuando en Están Vivos Roddy Pipper se pone las gafas, que se ve todo el percal bien claro y la gente toma las calles.
Decoder es ciberpunk. Una película igual de áspera en su forma que la música de Genesis P-Orridge que en ella suena. Un film que muestra un presente distópico mugriento en grado sumo porque así puede exponer sus ideas de una forma más clara. Unas ideas brillantes que tienen mucho que ver con las reflexiones sobre los medios de Marshall McLuhan solo que planteadas desde un punto de vista rayano en lo conspiranóico para así plasmar mejor lo que se quiere plantear. La movida es que a través de muzak, un conjunto de frecuencias sónicas determinadas, el Gobierno mantiene la paz social que sólo garantiza el lavado de cerebros a nivel masivo. Anula cualquier voluntad en sus ciudadanos, les somete, les convierte en peleles que poder manejar a su antojo. Un grupo de rebeldes descubren esto y modifican las frecuencias, las remezclan hasta convertirlas en música industrial. Y sucede lo mismo que cuando en Están Vivos Roddy Pipper se pone las gafas, que se ve todo el percal bien claro y la gente toma las calles.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Decoder es difícil de ver. Le sobra la mitad siendo generosos. La omnipresencia del azul que rige su colorimetría es una decisión formal que hace daño a la vista a causa del abuso. Los cameos de William Burroughs y Christiane F. pues como si salieran Andy y Lucas, la verdad. Si la ve Gloria Stefan le da un infarto a la señora gusana debido a la total ausencia de ritmo. Te quedas muy con la sensación de haber perdido hora y media de tu vida. No obstante para nada es así. Cuaja con el tiempo, es cine yogur de ese. Se lanza a lo loco a formular teorías que luego el devenir de la música electrónica ha dado por correctas. Decoder expone que la música electrónica es un canal validísimo para inocular mensajes, para despertar conciencias, para poder ser motor de cambio. Su autor, Musha, quizá también estaba algo hastiado de que el puto folk fuese la eterna banda sonora de la revolución. Igual hasta soñaba con un líder antisistema tipo Tekno Viking, a saber. Y las décadas posteriores le han dado la razón a poco que se piense en el colectivo Underground Resistance de Detroit llamando a sus conciudadanos de clase obrera a tomar partido y en el imprescindible Chris Korda extendiendo las enseñanzas de la Iglesia de la Eutanasia a través de sus composiciones, por mentar así un par de figuras relevantes. Citando a Foremost Poets en su hit house subversive Moonraker, ”somehow, while the party was in progress, an unidentified frequency has been existing in the system for some time. And while many of you have been made too brainwashed to comprehend, this frequency is, and has become a threat to our soceity as we know it. ” Eso explica Decoder mejor que nada que se pueda escribir sobre ella, ha de ser una canción quien la analice y viralice su mensaje. Que es lo que Burroughs y McLuhan aplaudirían.