Según propias palabras de su director, "Mars" es la demostración de que, mediante el cine de ciencia-ficción, cualquiera puede contar una historia ateniéndose a esos parámetros tan poco empleados a día de hoy, aunque el tema a tratar no tenga ningún tipo de relación con ese género, y aunque en ella encontremos curiosos elementos que no hacen más que remarcar las palabras de Marslett, el resultado global deja que desear en más de una faceta.

Su aspecto distendido y cómico le otorga, probablemente, sus mejores bazas, ya que entre el personaje de Charlie (una de las principales virtudes en ese terreno) y alguna que otra ocurrencia que podría ser tildada de satírica (esa suerte de programa, el presidente de los EEUU, etc...), pero no explota sus posibilidades al máximo, dan un aire distinto a "Mars", confiriéndole unos tintes livianos que le vienen verdaderamente bien, pero que no terminan de salvar un conjunto irregular en exceso y con multitud de momentos que dan la impresión de ser puro relleno.

Otro de sus aciertos, es el de alejarse de ciertas pretensiones que no hubiesen encajado como es debido, y de juguetear con un tema que podría haber adquirido un tono tan grave como es el central en este film: un viaje de exploración a Marte. Por desgracia, al terminio del mismo pocas cosas se le ocurren a uno para dar algo de cancha al debut de Marslett que, aunque bienintencionado, parece no obtener una tonalidad, devaneándose continuamente en terrenos que, en ningún momento, certifican un verdadero interés.