Phil karlson dirigió este episodio piloto sobre las actividades de los Intocables que trajo como secuela la serie para la televisión del mismo nombre que estos defensores de la ley y el orden y que contaba con Robert Stack en el papel del honrado Elliot Ness.
Por lo que se refiere a la película, Phil Karlson -notable director de cine negro- no está al nivel al que nos tiene acostumbrados y, aunque la puesta en escena, ambientación y minuciosidad en los detalles constituyen un aporte muy válido, el tono documental de la historia no permite un desarrollo fluído de la misma, dejando al espectador un poco frío y distante de todo lo que se cuece. Otro error, a mi juicio trascendental, es la elección de los actores para representar a los Intocables. Impersonales, faltos de carisma y sin relevancia alguna en el mundo personal de Ness. Se limitan a estar, a figurar. Así pues, nos encontramos con una película interesante, bien documentada y realista, con buenas interpretaciones de Robert Stack, Neville Brand y Pat Crowley.