Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Anibal Ricci:
9
Thriller Finales del siglo XIX. Después de mucho tiempo en soledad, Lizzie Borden (Chloë Sevigny) se hace amiga de la criada Bridget Sullivan (Kristen Stewart) y su intimidad acaba desatando un suceso inimaginable. (FILMAFFINITY)
15 de diciembre de 2018
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de argumento soterrado estructurada según las características de un iceberg. Se muestra un diez por ciento al inicio, para deshilvanar el otro noventa por ciento bajo la superficie, todo desplegado dentro de un mecanismo de doble racconto que da cuenta, en términos matemáticos, de una doble derivada que resulta de interrelacionar los excesos de la aristocracia con una misoginia asfixiante. Lo significativo de esta ecuación es que a pesar de que esos mundos son eminentemente masculinos, la película transita en torno a las decisiones de las dos mujeres protagonistas, de distintas clases sociales, respetando el punto de vista de quien da nombre al relato.

El símbolo del iceberg funciona debido a que Lizzie es un personaje perturbado, rebajado por la figura paterna y arrinconado por el lugar que la sociedad tiene reservado a la mujer. Las imágenes son oscuras dado que el personaje está sumido en tinieblas desde la primera infancia y su razonamiento se vuelve glaciar, desprovisto de la gama de emociones que se considera normal.

«Me da vergüenza ser su hija», le confiesa a Bridget. Lizzie es la hermana menor de las dos hijas que tuvo Andrew Borden en su primer matrimonio. Bridget, la sirvienta que llega a la casa a hacerse cargo de las labores domésticas. Su llegada coincide con el comienzo de un largo racconto que narra los eventos sucedidos antes de los asesinatos. La cinta se viste bajo ropajes de intriga en la primera hora del metraje, donde los personajes actúan según lo acontecido, pero dejan sin muchas luces a los espectadores.

Chloë Sevigny hace gala de un amplio registro actoral. Nunca queda claro si está utilizando a Bridget para cumplir su plan perfecto o bien siente aprecio por ella. El tono de la película está marcado por esta indefinición, algo alienada y que avanza a ritmo lento y despiadado.

El aire viciado es el telón de fondo de la historia. La sociedad asfixia a sus habitantes, en particular a las mujeres, pero además Lizzie manifiesta cierta tendencia al desorden mental. El origen de sus aflicciones pudo ser la muerte de su madre biológica a los tres años o bien se podría explicar por los maltratos verbales del padre y de la madrastra, siendo estos últimos una especie de exorcismo ante la deshonra a que la expone su marido.

El segundo racconto de quince minutos narra los hechos posteriores a los asesinatos. Lizzie es llevada a prisión y el juicio es llevado a cabo a puerta cerrada dada su condición aristocrática.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Anibal Ricci
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow