Media votos
4,2
Votos
2.758
Críticas
2.755
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ferdydurke:
3
5,8
1.752
Drama
En la antigüedad, se creía que Jauja era una tierra mitológica de abundancia y felicidad. Se emprendieron muchas expediciones para tratar de encontrar el lugar y comprobarlo. Con el tiempo, la leyenda creció desproporcionadamente. Indiscutiblemente, la gente exageraba, como de costumbre. Lo único que se sabe con seguridad es que todos aquellos que intentaron encontrar este paraíso terrenal se perdieron. (FILMAFFINITY)
6 de enero de 2015
35 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Relativamente pocos, y bellos, y largos, y estáticos planos para mostrar la esencial soledad del Hombre (casi siempre el simpático Mortensen) frente a la Naturaleza (desolada, virginal y salvaje).
Érase una vez hace mucho tiempo en la Patagonia un capitán danés, su guapa y adolescente hija, su enamorado, el patán maduro que la pretende y un envarado petimetre que aparece más tarde. Y "los cabezas de coco" como amenaza y enemigo al que exterminar.
El resto es silencio... y hermosos parajes.
Lo que falta es la vida (humana); una historia mínima (¿"Centauros del desierto"?), dos o tres diálogos y un par de truculencias no evitan el hastío, el triste y patético deambular de Vigo hacia la nada, que venía de ningún lado y va hacia ninguna parte, perdido en tierra de nadie, que no recuerda gran cosa y se le acaba olvidando todo.
La historia comienza con un realismo adusto y austero, pictórico y pintoresco, interesante. Pero avanza y pierde pie. Nos adentramos en una abstracción metafórica, pedestre y tosca; en terreno de encantamientos, brujas sabias, cuevas milagrosas, tiempo sin tiempo y sueños decantados; una aridez fabulesca, inane, rala, hambrienta de sustancia, aguada, que casi ni prueba el pan (sería demasiada ordinariez), muerta en su deseo de perfección formal, en su, en verdad, falta de riesgo real; al quitar tanto se nos escapa la vida en un postrer suspiro, todo se nos va de las manos, el enfermo se nos muere entre boqueadas de desesperación, pidiendo a gritos calor, afecto, algo de humanidad, algo que contar/decir.
Pues eso, lo pone todo al despojamiento formal y se acaba perdiendo en la nadería impostada.
Érase una vez hace mucho tiempo en la Patagonia un capitán danés, su guapa y adolescente hija, su enamorado, el patán maduro que la pretende y un envarado petimetre que aparece más tarde. Y "los cabezas de coco" como amenaza y enemigo al que exterminar.
El resto es silencio... y hermosos parajes.
Lo que falta es la vida (humana); una historia mínima (¿"Centauros del desierto"?), dos o tres diálogos y un par de truculencias no evitan el hastío, el triste y patético deambular de Vigo hacia la nada, que venía de ningún lado y va hacia ninguna parte, perdido en tierra de nadie, que no recuerda gran cosa y se le acaba olvidando todo.
La historia comienza con un realismo adusto y austero, pictórico y pintoresco, interesante. Pero avanza y pierde pie. Nos adentramos en una abstracción metafórica, pedestre y tosca; en terreno de encantamientos, brujas sabias, cuevas milagrosas, tiempo sin tiempo y sueños decantados; una aridez fabulesca, inane, rala, hambrienta de sustancia, aguada, que casi ni prueba el pan (sería demasiada ordinariez), muerta en su deseo de perfección formal, en su, en verdad, falta de riesgo real; al quitar tanto se nos escapa la vida en un postrer suspiro, todo se nos va de las manos, el enfermo se nos muere entre boqueadas de desesperación, pidiendo a gritos calor, afecto, algo de humanidad, algo que contar/decir.
Pues eso, lo pone todo al despojamiento formal y se acaba perdiendo en la nadería impostada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Todo había sido un sueño muy real y muy profundo, tus ojos no tienen dueño porque no son de este mundo.
Cuando despertó, el perro todavía estaba allí (y el amoroso soldadito de plomo también).
¿Es el sueño tortuoso de una niña rica, repleto de anhelos y deseos? ¿Es el recuerdo de la estirpe? ¿Es la turbia mezcla de inconsciente colectivo, pasado atrozmente legendario y familias perdidas? ¿Es, tal vez, un cuento sin gracia, fofo y vacío?
Cuando despertó, el perro todavía estaba allí (y el amoroso soldadito de plomo también).
¿Es el sueño tortuoso de una niña rica, repleto de anhelos y deseos? ¿Es el recuerdo de la estirpe? ¿Es la turbia mezcla de inconsciente colectivo, pasado atrozmente legendario y familias perdidas? ¿Es, tal vez, un cuento sin gracia, fofo y vacío?