A Tom le acaban de dar de alta del hospital mental en el que estaba ingresado después de unos acontecimientos sin determinar. Ahora debe pasar un periodo de prueba de treinta días en arresto domiciliario si quiere ser libre definitivamente. En una casa heredada por su padre recién suicidado y a base de pastillas antipsicóticas empezará su aventura. Pero poco a poco el muchacho comenzará a plantearse si su estado mental es el correcto.

Se trata de una película de terror psicológico y misterio con algo de thriller. Digo psicológico porque realmente en la película no pasa mucha cosa ya que lo que vemos en pantalla es más bien cómo lo pasa de mal Topher Grace, nuestro prota, mientras se va planteando si lo que ve es real o no.

Lo demás pues una típica producción Blumhouse de calidad, sí, pero el final no llega a ser una genialidad de ahí el cinco con cinco aquí el seis. Total, una película de las típicas que no te arrepientes de ver cuando terminan pero que tampoco es la mejor que hayas visto.

(Ni una película sin crítica).