Bella e interesante remake de Unforgiven de Eastwood de 1992. Interesante y muy acertada la ambientación histórica en la Hokkaido de finales del siglo XIX en épocas de la Restauración Meiji y la subyugación final del pueblo Ainu; que le da la oportunidad al director de mostrar a esta tierra como la última frontera del Japón llena de forajidos derrotados por un tiempo que ya no los necesita. Aquí no hay códigos de Bushido ni títulos honorarios que valgan, sino una ruda y brutal ley que subyuga desde la raíz a esta tierra indómita. Actores creíbles que hacen vivir las escenas de dramatismo y una hermosa fotografía que nos revela una naturaleza desconocida. El valor de la vida humana se juzgará con nuevos valores que terminarán por hacer renacer viejas leyes de la guerra.