El calor de la noche me encantó, estaba claro que había que explotar el filón Tibbs, la segunda parte no la he visto y esta tuve la oportunidad de verla hace poco, realmente me la esperaba peor y eso fue una grata sorpresa, pues me entretuvo bastante.
Como nos tiene acostumbrado, no seré yo quien lo de a conocer ahora, Sydney Portier es muy bueno y el solo se basta para llenar la pantalla, pero no solo el personaje del teniente Tibbs, si no la trama del film está muy bien, ya desde comienzo te engancha con el robo en la fábrica, una manea original nunca filmada, con una grúa y un par de cositas más y tienes un robo casi perfecto.
Al principio parece que se trata solo de un robo, pero todo cambia cuando los atracadores deciden reunirse con el teniente Tibbs.
Aquí hay una superorganización detrás de todo el tinglado y eso hará muy difícil la captura de los culpables.
Con la clásica música de los 70 que nos propone Gil Melle (un gran músico de Jazz) que nos acompañará por San Francisco en la persecución de los atracadores. Uno de ellos un joven y primerizo Raúl Julia.

Sin embargo no tuvo mucho éxito en taquilla, debido a la explosión de los thillers policíacos del momento, mucho más famoso que este como Shaft o la grandiosa Frech Connection que se estrenaron prácticamente juntas.


PD: Un film que te gustará pero te dejara con cara de bobo al ver las letras de crédito (en spoiler)