Seamos claros, al ser humano nos chifla comparar. No puede salir una nueva película/saga literaria/disco/grupo/artista sin que le cuelguen la coletilla de "el nuevo X". Pero si el tema a tratar es la animación japonesa, hay una vara de medir con la cual se va a comparar (merecidamente o no) a todo quisqui, y se llama Estudio Ghibli.
Un ejemplo de ese afán de sacar comparaciones hasta de debajo de las piedras si hace falta lo tenemos en el caso más reciente de Makoto Shinkai y su genial "Your Name" en el que hasta tuvo que salir el propio autor a la palestra a explicar que, aunque venera el trabajo de Miyazaki y Takahata, su estilo de dirección, temática y animación son radicalmente distintos y, por lo tanto, no ha lugar a las comparaciones.

El gran problema viene cuando a los recien llegados no solo no les molesta la comparación sino que la buscan, la fuerzan y hacen todo lo posible porque se produzca en la mente del espectador, intentando de esa manera acoplarse a una tendencia o un grupo, quizas sabiendo que no aguantarían un escrutinio individual. Algo así como el "efecto cheerleader" que explicaba Barney Stinson.
Porque, seamos francos, si despojamos a esta pelicula de ese emboltorio Ghibli con el que la han revestido nos encontramos con una auténtica mediocridad de filme, que no le llega ni a la suela de los zapatos a ése otro estudio al que intentan asimilarse.

Pero pasemos a desmenuzar los detalles:

-Es lenta a rabiar. Salvando la emocionante intro, el primer tercio es infumable. Se nota a la legua que intenta reproducir ese rollo de natural y familiar cotidianidad que tan bien sabian crear en Ghibli, pero les sale rana.

-Personajes planos. No se nos explica absolutamente nada de porque los personajes estan ahí ni de la relación que hay entre ellos. Ahí tenemos metidos a calzador a los estereotipos de siempre, pero en versión monodimensional: La abuela tierna, la señorona simpaticona y maternal, el artesano/jardinero viejales, el chaval del pueblo. Todos estos personajes interactuan 0 entre sí y casi nada con la protagonista, haciendo imposible que podamos generar no ya afecto, sino el menor interés o simpatía.
De los villanos mejor ni hablar, ya que parecen sacados de un episodio de Capitán Planeta.

-Mundo plano. Olvidaos de los ricos mundos creados por Ghibli, que poseían una profundidad y encanto únicos. Olvidad una mitología propia y coherente. Aquí las cosas son así y punto. Los toques de fantasía carecen de la mínima justificación y acaban pareciendo metidos a calzador.

-Cutre diseño de personajes y animación regulera. Los personajes son super poco memorables o destacables y algunos rozan directamente el absurdo, como Flanagan (peluche random que se ha visto 100 veces antes).

-Collage de escenas y elementos robados de otras peliculas de Ghibli.

-Música discreta o directamente inexistente.

-Argumento mínimo y aún así tiene lagunas. (Ver spoilers).