Para mí es una película tan curiosa como interesante, que no se merece en absoluto la baja puntuación que le dan Filmaffinity e IMDb. El vampirismo aparece aquí a la luz de la modernidad de los años 60-70, y por lo tanto está envuelto en un enfoque típicamente "exploit" compuesto por sectas satánicas, drogas, sexo, cierta búsqueda de la heterodoxia, ambientes entre "hippies" y cosmopolitas....En suma, se intenta explicar racionalmente el mito del vampiro: el vampirismo sería sólo un rito sadomasoquista.

Al joven investigador Richard Fountain (Patrick Mower) se le pierde la pista en Grecia, por lo que sus amigos y su novia viajan hasta allí para dar con él; como el desaparecido cuenta con muy buenos contactos, intervendrán tanto la embajada británica como el gobierno griego...

Hay alguna velada referencia a la dictadura griega de los coroneles; destaca el buen hacer del reparto, que cuenta con famosos de la época como Peter Cushing, Patrick Macnee y Edward Woodward; y, según IMDb, la película se rodó en 1969 y fue repudiada por su director.