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Voto de Pedro Triguero_Lizana:
8
Comedia Un error clerical conduce a que un sacedorte de izquierdas de un pequeño pueblo se encuentre en un pueblo de ricos, donde inmediatamente horroriza a sus snobs feligreses por designar a un basurero y a un hombre negro como guardianes de la vicaría y dejarla abierta a la familia Smith, quienes acaban de ser deshauciados de su caravana. Él convierte a la viuda aristócrata en trabajadora de la absurda caridad, pero pronto revolucionará al ... [+]
12 de diciembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata sin duda de una obra destacada de la comedia británica de los años 60, dirigida por los Hermanos Boulting, y con un reparto encabezado por el genial Peter Sellers; un reparto, por cierto, en el que vemos en un pequeño papel a Steve Marriott, el posterior líder de la no menos genial banda de rock Small Faces. Siempre en clave de comedia, este largometraje hace una crítica demoledora y feroz de la iglesia como institución en general, y de la Iglesia Anglicana en particular. Un pequeño ejemplo del sarcasmo en el que se mueve el guión es el plano en el que un niño que ayuda al vicario Smallwood (Sellers) en la misa -no sé si se llaman monaguillos en la religión anglicana- lee "Lolita", de Vladimir Nabokov, mientras hace funcionar el órgano de la iglesia; téngase en cuenta que Sellers acababa de participar en la versión cinematográfica de esta novela, y que, evidentemente, no era un libro para niños.

"Cielos arriba" es un film para ver en sesión doble con algunas películas ligeramente anteriores de Luis Buñuel como "Nazarín" (1958) o "Viridiana" (1961), y es que el Reverendo Smallwood interpretado por Peter Sellers ofrece un asombroso parecido con los personajes protagonistas que nombran y dan título a esas películas de Buñuel, hasta tal punto, que es necesario preguntarse si los Boulting no habrían visto previamente estas obras del maestro aragonés. En "Cielos arriba", como en "Nazarín" y en "Viridiana", se muestran los peligros que se corren cuando el o la protagonista se toma la religión totalmente en serio, al pie de la letra, y quiere llevar el mensaje de Cristo y la Biblia a la realidad, hasta sus últimas consecuencias. En todos estos casos, el resultado es un desastre y un fracaso, porque esa empresa, ese propósito, son imposibles de llevar a cabo, en la sociedad en la que vivimos. En esta película, el pueblo en el que Smallwood ejecuta su experimento, Orbiston Parva, se empobrece, y finalmente estalla, dirigiendo sus iras contra el mismo hombre que pretendía ayudarles.

En este sentido, la película de los Boulting es tan pesimista y crítica como divertida, y traza una fábula o una parábola sobre la religión tal vez más fina que las de Buñuel, pero situada en la misma línea, es curioso. También es cierto que la sátira y el sarcasmo abren una vía hacia la crítica de costumbres, hacia una crítica global de la sociedad contemporánea, dominada por el consumismo, la publicidad, el sexo, el placer...Aquí la religión, como institución, está para administrar promesas de salvación, a la vez que privilegios y confort, en confabulación con el poder político británico, que aparece en una escena absolutamente demoledora. El final, en la base espacial, puede parecer disparatado pero resulta consecuente con el anterior desarrollo de la historia: el religioso rebelde, que hace de la religión algo muy incómodo, sólo encuentra su sitio fuera de este mundo, literalmente.

Es una película a reivindicar, que recomiendo vivamente, por la valentía de sus propuestas, y por la altura de sus críticas.
Pedro Triguero_Lizana
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