La serie comienza con la escena en el río, que parece que va a ser un punto importante en la vida del mago pero, cuando terminas de ver la serie te das cuenta de que el momento que marcó un punto de inflexión en su carrera fue el espectáculo de San Francisco de la camisa de fuerza (tras el cual su mujer le da un ultimátum y empieza a realizar una serie de trucos que no entrañan peligro para él). Si de verdad querían que el espectáculo del río (por su espectacularidad) fuera el elemento de “corte” de la película, deberían haber colocado el suceso de San Francisco antes cronológicamente, y que su mujer le diera ese ultimátum tras esa zambullida en el Eads Bridge (y nadie hubiera notado nada, porque está basada en hechos reales, no se debe ceñir totalmente a la sucesión cronológica).

Se destripan casi todos los trucos del mago lo que hace, en cierto modo, que perdamos un poco el asombro que tenían los espectadores al ver el espectáculo de Houdini, y que la magia pierda parte de su genialidad y encanto (porque es evidente que el engaño, y el no saber cómo se hace el mismo, es una de las cosas que hace más atractiva a esa manifestación del arte). Por suerte, deja algunos pequeños trucos sin resolver (el de los huevos del principio y el del elefante).

Por último, Houdini, según cuentan, dijo un "código" a su mujer y le aseguró que si podía contactar con ella desde el más allá lo haría usando el mismo. Esto es un error que no aparezca en la película, porque sin saber eso pierde sentido la última escena (en la que aparece la mujer en una reunión con médiums) y la frase que cierra la serie en la que señala que “nunca volvieron a contactar”.