Un pequeño delincuente, (James Franco), se ve obligado a casarse, muy a su pesar, con la parlanchina hija, (Sienna Miller), de su agente de la condicional, (Scott Glenn) sopena que de no hacerlo este le mandaría a prisión. Pasar la luna de miel en las cataratas del Niagara, es la mayor ilusión de la novia, y hacia allí emprenden viaje, llevándole los diablos al novio, puesto que no puede soportarla. Tras una discusión en un bar de carretera en el que habían parado a repostar, (en el que él la humilla despiadadamente, aguantándolo ella con estoicismo, pues lo más importante para ella que es llegar a las cataratas, sigue en marcha) y en el que ella entabla contacto con un enigmático viejo cowboy, (David Carradine), vuelven a la carretera y tienen un accidente en el que ambos salen despedidos de la moto en la que viajan, resultando el ileso y al buscar a la novia se la encuentra tendida en el suelo con un fuerte golpe en el cuello, dándose cuenta con espanto que está muerta, acto seguido sale corriendo a buscar ayuda y al volver el cadáver no está donde lo dejo, quedándose perplejo cuando la ve lavándose la sangre de el vestido de novia en un arroyo cercano, cayendo en la cuenta que aunque ella no lo sepa todavía, está muerta y lo único que la mantiene en marcha, es la gran ilusión de llegar a las cataratas. Todo esto en la primera media hora de metraje, a partir de aquí nos encontramos con una original y emotiva comedia macabra en la que intervienen obtusos policías que les siguen la pista, el viejo cowboy derivado en una especie de ángel de la guardia, caballos de colores, amén de otras divertidas y chocantes situaciones derivadas de la zombificacion progresiva de la novia, derivando el peso de la historia a la bonita y emotiva historia de amor, que va surgiendo entre la peculiar pareja. Recomendable esta desconcertante, original y emotiva historia de amor.