Desde que tuve conocimiento que Steven Seagal, estaba rodando una película de zombies, he esperado con impaciencia que llegara a mis manos, esa mas que segura delicatesen. Al igual que en la novela de Richard Matheson y la película homónima de Will Smith: Soy leyenda, tenemos un virus que ha infectado a prácticamente toda la humanidad, convirtiendo a los infectados, en una especie de rápidos vampiros/zombies chupasangres y degustadores de vísceras varias, que solo salen al ponerse el sol. Quedan tan solo grupos aislados de supervivientes, entre los cuales destacan un grupo de guerreros llamados cazadores, liderados por Steven Seagal, autor de la frase que define cual es el lema de estos cazadores: “No estamos aquí para decidir que está bien o está mal, estamos aquí, para decidir quién vive y quien muere”, cazadores que para el resto de supervivientes son una especie de leyenda urbana, a la que aferrarse para seguir manteniendo la esperanza. A pesar de que los desconocidos actores, (al menos para mí), realizan penosas actuaciones, importándote un pimiento su devenir, estamos ante una entretenidísima, serie b de zombies, (en base a sus explicitas y bien coreografiadas escenas de acción), generosa en gore y destripamientos varios y con un Steven Seagal inconmensurable en lo suyo, haciendo picadillo a las criaturas, ora con las manos desnudas a golpe de karate, ora a espadazo limpio, sin perder de vista a su subalterno, que guarda un cierto parecido con The Rock, al que también le cunde bastante liquidar criaturas. Altamente recomendable para degustadores de este tipo de delicatesen, fans de Steven Seagal y despistados con amplias tragaderas.