Estamos en Hollywood y cada película está pensada como un producto, no como una obra de arte, y por eso esta película no tine alma.

Es cierto que no es nada fácil hacer un remake o una segunda parte de este gran clásico, pero Hollywood no tiene muchas ideas ultimamente y se acaba recurriendo al pasado.

La nueva versión está pensada para las anteriores generaciones, con el miedo de decepcionar, y también para los hijos de las anteriores generaciones, para que acompañen a sus padres al cine, y estamos ante algo peculiar, los padres llevan a sus hijos de acompañantes porque sienten la curiosidad de ver como se ha envejecido Mary Poppins.

El resultado no es malo, al contrario, es buena película, todo es muy correcto, todo funciona, las coreografías son fabulosas, las ideas también, el montaje, las canciones, todo es correcto y bueno...pero no tiene alma, no sobrevivirá ni un año esta película y no es porque esté mal hecha, al contrario, es porque está hecha para recaudar en temporada de navidad.

La vi y me gustó, pero al salir del cine me olvidé de ella tras cinco minutos y no se me quedó grabado ningún momento, todo se va y se esfuma pronto.

Quizás habrá que volver a verla bajo el calor invernal de casa para poder valorarla, ya lo veremos.