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Voto de Pataliebre:
10
7,6
49.333
Drama
La película consta de nueve tramas paralelas ambientadas en el Valle de San Fernando, en Los Ángeles: un niño prodigio, el presentador de un concurso de televisión, un ex-niño prodigio, un moribundo, su hijo perdido, la mujer y el enfermero del moribundo. Son historias aparentemente independientes, pero que guardan entre sí una extraña relación. (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2008
148 de 186 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excéntrica, maravillosa, conmovedora, extraña. Paul Thomas Anderson hace una película sobre pedir perdón, sobre seres perdidos y angustiados por su pasado que volverá para destrozarles la vida, sobre el patetismo, sobre como afrontar una situación límite y, por supuesto, sobre la soledad. Y generar tensión en un drama no es algo que consigan todos los directores. Anderson pone a sus personajes en situaciones al borde de la desesperación, en ese momento en que están casi a punto de explotar y lo hace con gran maestría, dirigiendo como los ángeles, con esa cámara que acompaña a los personajes en deliciosos planos secuencias, en esas miradas de Julianne Moore, Melinda Dillon o Jason Robards.
El guión, que sobrepasa lo excéntrico, es una maravilla. Con ecos a "Vidas cruzadas" de Robert Altman, "Magnolia" no es una película fácil de ver en sus tres horas, pero si te engancha, la atracción es inevitable. Anderson se arriesga en todo momento, no quiere darle al público todo mascado, intenta ofrecer algo diferente y lo consigue con escenas sorprendentes. Y por el camino no se le olvida conmover, no se le olvida que al final lleva el destino de algunos personajes a lo que decida el azar, ni tampoco que en el fondo esto es una obra sobre seres patéticos que se sienten perdidos y que necesitan a alguien a su lado para afrontar sus problemas.
Todos los actores actúan de manera más que soberbia. Me quedo con las caras de desesperación de Julianne Moore, con Jason Robards esperando que llegue su hora y se cumpla su último deseo, con Tom Cruise intentando afrontar su pasado y los problemas con su padre, con Jeremy Blackman sin poder aguantar más el ser utilizado por su padre, con William H. Macy intentado ser algo más que una vieja gloria, con Melinda Dillon que intenta olvidar a su padre y su pasado, con Philip Baker Hall queriendo afrontar el cáncer, con John C. Reilly intentando no ser objeto de mofa y sentirse especial con alguien. Todos y cada uno de los personajes que componen esta obra, aportan su granito de arena y la hacen especial. Y si a eso le sumas los apartados técnicos asombrosos, una deliciosa música y un prólogo y un desenlace sensacional, te acaban dando como resultado una obra maestra.
Ya podría durar más, que con la mano que tiene Paul Thomas Anderson tanto con la cámara, como con la pluma, te fascinaría en todo momento, te sorprendería con cosas que no se han visto antes. Te llevaría por un camino para luego dar la vuelta y llevarte por otro. "Magnolia" te reconcome el alma, te la agita, te agarra bien fuerte y no te suelta, te deja sin aliento, sin respiración, no te deja indiferente ya sea para bien o para mal.
El guión, que sobrepasa lo excéntrico, es una maravilla. Con ecos a "Vidas cruzadas" de Robert Altman, "Magnolia" no es una película fácil de ver en sus tres horas, pero si te engancha, la atracción es inevitable. Anderson se arriesga en todo momento, no quiere darle al público todo mascado, intenta ofrecer algo diferente y lo consigue con escenas sorprendentes. Y por el camino no se le olvida conmover, no se le olvida que al final lleva el destino de algunos personajes a lo que decida el azar, ni tampoco que en el fondo esto es una obra sobre seres patéticos que se sienten perdidos y que necesitan a alguien a su lado para afrontar sus problemas.
Todos los actores actúan de manera más que soberbia. Me quedo con las caras de desesperación de Julianne Moore, con Jason Robards esperando que llegue su hora y se cumpla su último deseo, con Tom Cruise intentando afrontar su pasado y los problemas con su padre, con Jeremy Blackman sin poder aguantar más el ser utilizado por su padre, con William H. Macy intentado ser algo más que una vieja gloria, con Melinda Dillon que intenta olvidar a su padre y su pasado, con Philip Baker Hall queriendo afrontar el cáncer, con John C. Reilly intentando no ser objeto de mofa y sentirse especial con alguien. Todos y cada uno de los personajes que componen esta obra, aportan su granito de arena y la hacen especial. Y si a eso le sumas los apartados técnicos asombrosos, una deliciosa música y un prólogo y un desenlace sensacional, te acaban dando como resultado una obra maestra.
Ya podría durar más, que con la mano que tiene Paul Thomas Anderson tanto con la cámara, como con la pluma, te fascinaría en todo momento, te sorprendería con cosas que no se han visto antes. Te llevaría por un camino para luego dar la vuelta y llevarte por otro. "Magnolia" te reconcome el alma, te la agita, te agarra bien fuerte y no te suelta, te deja sin aliento, sin respiración, no te deja indiferente ya sea para bien o para mal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo mejor que puedo decir de "Magnolia" es que dentro de tres meses no la recordaré simplemente como la película en la que llueven ranas. Es mucho más que eso. Por otra parte, un final perfecto, increíble, sobrecogedor. Nada mejor que una lluvia así para unir a las personas o para devenir su destino. Pero sería injusto no mencionar ese intenso concurso con Luis Guzmán picando a los niños, esa canción que cantan todos los personajes, el acorralamiento que sufre Tom Cruise en la entrevista, esa cama en la que se encuentra postrado Jason Robards, esa pistola perdida que luego cae, en un ataque de genialidad del director, entre la lluvia anfibia. Mucho, bastante más que esa lluvia es lo que ofrece "Magnolia".