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Voto de Sibila de Delfos:
6
Drama Isa, una atracadora, adusta y generosa, es incapaz de adaptarse a la vida fuera de la cárcel y lejos de su grupo de amigas: Dolores es una gitana rubia que ha matado al marido; Rosa, una frágil y tierna prostituta; Ajo, una chica enamorada de Pilar que vivirá su amor hasta el límite de lo soportable; Luisa es una cándida colombiana sorprendida por un ambiente que no comprende. La llegada de Mar, una funcionaria de prisiones que no se ... [+]
24 de septiembre de 2008
37 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
En cualquier país del mundo es difícil entrar en el mundo del cine, pero en España más. Entre que no se tiene tanto dinero como en Hollywood, ni tanta gente en el país como en Estados Unidos, ni tanto talento como se cree, resulta casi imposible dar a conocer tu trabajo. Belén Macías lo sabe, y con El patio de mi cárcel ha hecho lo que tenía que hacer: sacar la artillería pesada y apostar todo a una carta. La apuesta, como digo, es valiente y acertada, y el resultado que se consigue es ciertamente admirable para tratarse de una ópera prima. Ahora, si esa es toda la artilería que Macías tiene para mostrar, me temo que no le es suficiente para conseguir una película que pase del seis que le he puesto. A pesar de que se excede en el dramatismo forzado de muchas situaciones, sobre todo el final.
Quitando esa sobredosis de tragedia barata, no hay nada malo u ofensivo en la película. Tampoco hay nada malo en que la directora intente imitar a Fernando León, en maestro del cine social español, pero supongo que ya se habrá dado cuenta de que no es nada fácil conseguir sus resultados. La película está coja en muchos sentidos. Quitando por supuesto el personaje de Isa, las otras internas no interesan para nada a Macías, que te las medio presenta (aunque algunas no sabes ni qué han hecho para estar en la cárcel) para luego dejarlas a la deriva, sin ningún tipo de profundización es ellas. Y por supuesto, todo lo que presenta son los más trillados estereotipos carcelarios, macarras, gitanos y demás.
Pero a pesar de ésto, como digo, la película se deja ver sin ninguna complicación y posee unos cuantos momentos poderosos. Y ésto ocurre gracias a Verónica Echegui, simplemente soberbia, que agarra a María Valverde por los pelos (a falta de otra cosa) y le enseña no sólo quién es la mejor actriz joven de España, sino cómo emocionar a un público incluso cuando el guión no sabe acompañarte del todo. Y qué decir ya a estas alturas de Candela Peña, en su vuelta gloriosa al cine después de tres años, haciendo un papel desagradecido y ceciendo el testigo a Echegui, cuando ella misma podría haber echo el papel de Isa de haber querido Macías que este fuese un poco más mayor. Y Blanca Portillo la complementa perfectamente, sin esforzarse nada, pero resultando relevante, como Meryl Streep en Leones por corderos.
En definitiva, un buen intento de Belén Macías, pero falto de la relevancia que buscaba la autora.

Lo mejor: Las actrices, con Verónica Echegui a la cabeza, y sin olvidarme de esa fenómena que es Violeta Pérez.
Lo peor: El súperdrama final, insertado con calzador y a la desesperada, y la poca atención que se presta a aspectos secundarios de la trama (por cierto, seguro que Macías se ha visto Sherrybaby, con la gran Maggie Gyllenhaal).
Sibila de Delfos
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