En un año 2023 de cine español sensiblemente inferior al maravilloso 2022 (era difícil de superar), ¿cómo es posible que El maestro que prometió el mar no haya estado entre las cinco nominadas al Goya a Mejor Película? Para quien esto firma es bastante, pero muy superior a los trabajos de Isabel Coixet y Víctor Erice. De hecho, es la mejor película española del año, junto con 20000 especies de abejas, y por encima de La sociedad de la nieve y Saben aquell.
Patricia Font crea una experiencia emocional francamente preciosa, una película de una sensibilidad maravillosa, que recuerda, es verdad, a La lengua de las mariposas y, como aquella, es un homenaje a los maestros de la República y a la labor inspiradora de los docentes. Sin embargo, la película de Font consigue su propia entidad como obra cinematográfica gracias a un guión impecable, con la mezcla de las dos historias, y un sentido de la emoción auténtico y nada impostado.
Y qué decir del trabajo precioso de Luisa Gavasa o de una Laia Costa en el mejor momento de su carrera (ver fl ataque de ansiedad que tiene su personaje casi al final y cómo lo interpreta la catalana), y por supuesto de un inolvidable Enric Auquer, magistral en la piel de Antoni Benaiges, magistral en cada mirada e inflexión de voz (ver si discusión con el cura cuando le interrumpe la clase).
Una película maravillosa.

Lo mejor: Enric Auquer, Laia Costa, Luisa Gavasa y la extraordinaria belleza y sensibilidad de la propuesta.
Lo peor: Nada realmente. Es casi perfecta.