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Voto de Sibila de Delfos:
6
Thriller. Drama Jackie está decidida a triunfar como culturista y se dirige a Las Vegas para participar en una competición. En su camino, pasa por un pequeño pueblo de Nuevo México donde conoce a Lou, la solitaria gerente del gimnasio local. El padre de Lou es traficante de armas y lleva las riendas de un sindicato del crimen. Jackie y Lou se enamoran. Pero su relación provoca violencia y ambas se ven inmersas en las maquinaciones de la familia de Lou. (FILMAFFINITY) [+]
14 de abril de 2024
12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sangre en los labios es salvaje, un indómito crescendo de sangre, pasión desbocada, sentimientos a flor de piel y una violencia que va en aumento y que termina por convertirse en irreductible. Porque sí, Sangre en los labios es una historia de violencia, no tengan duda, como el título de la magistral película de David Cronenberg.
Y la última musa de Cronenberg ha sido, precisamente, Kristen Stewart, que vuelve a hacer aquí una interpretación sensacional. Hay que acabar ya, y es urgente, con ese estigma que persigue a la norteamericana desde 2008 por haber osado protagonizar la saga fantástica teen por excelencia, Crepúsculo, y da igual que sea nominada al Oscar (Spencer), que gane el César (Viaje a Sils Maria), o que lleve años encadenando proyectos a cada cual más diferente y arriesgado, bordando todos los personajes. Tiene ahí un sector de "haters" que sigue diciendo que no cambia la cara, que no expresa, que no cierra la boca y demás tonterías, cuando es evidente para quien quiera verlo que es una de las mejores actrices de su generación. No tiene miedo a nada (no hay más que ver todo lo que hace aquí en la piel de Lou), puede con todo y se arriesga como pocas. Bravo.
Otra cosa muy buena de la cinta de Rose Glass es quién acompaña a Stewart, sobre todo un Ed Harris siempre excelente, que se las pinta solo para resultar siniestro y estremecedor (y además se lo pasa como un niño con el personaje) y una Katy O'Brian entregada en cuerpo y alma a un personaje complejo, extremo y no especialmente simpático, como luego diremos.
Además, Glass juega muy bien con la fotografía, con esa oscuridad teñida de rojos, a lo David Lynch, con la iconografía de la carretera y los coches con escasas luces. Observen especialmente las escenas del barranco, o ese comienzo a cámara lenta, con decenas de cuerpos sudorosos machacándose en el gimnasio por razones que poco tienen que ver con la salud o el deporte. Hay mucha sabiduría visual en la dirección de la británica.
Sin embargo, a nivel de guion, Sangre en los labios se mete en unos berenjenales de los que no sabe muy bien salir. Para empezar, no queda demasiado claro por qué Jackie es culturista, así, de entrada, ni si de verdad tiene una importancia vital en la trama, o podría haber sido zapatera o cirujana. Tampoco se sabe muy bien qué pinta el personaje de Anna Baryshnikov, ni por qué va tan sucia todo el rato, o si simplemente la han introducido en la historia para que esta se alargue, porque si no la cosa se quedaría corta. Toda la trama criminal relacionada directamente con JJ y la familia de Lou funciona muy bien y entretiene, pero todo lo que pasa después con este personaje, Daisy, no queda bien encajado en la trama. Eso sí, da un momentazo que no vamos a desvelar aquí, pero que es una de las escenas más bizarras que hemos visto en mucho tiempo.
Otro problema es la relación entre las protagonistas. No se produce demasiada conexión entre el espectador y la pareja, básicamente porque todo es demasiado rápido y demasiado tóxico. Todo lo que envuelve a su relación, mezcla de sexo, esteroides, asesinatos y sangre que las salpica, resulta bastante turbio y no ayuda a empatizar con su extraño romance, por así llamarlo. Es verdad que Lou es un personaje algo más cercano para el espectador, pero a Jackie, pese a los excepcionales esfuerzos de O'Brian, ya mencionados arriba, no hay por dónde cogerla.
Correcta, arriesgada y salvaje, que es mucho más de lo que muchas películas pueden decir, pero no es suficiente como para considerarla una gran película.

Lo mejor: La estética a lo David Lynch, la trama criminal y el trabajo de Ed Harris, Katy O'Brian y Kristen Stewart.
Lo peor: Hay muchas cosas extrañas en el guion y que no tienen demasiado sentido.
Sibila de Delfos
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