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Voto de Baraka1958:
3
21 de julio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de esas simpáticas películas italianas (en este caso en co-producción con España), que solían tocar en la década de los setenta principalmente, las relaciones entre Estado y Policía, narrando las grandes corruptelas de los políticos donde el dinero y el poder eran lo que movían los intereses generales.
En este caso el argumento tira por ahí pero la denuncia social que en otros filmes era más patente y profunda, aquí sólo sirve de coartada para una historia que mezcla la intriga criminal, la suciedad institucional y un erotismo que en las escenas que se vieron en España quedaban muy ligthts y supongo que su versión italiana serían más picantonas. Pero sólo lo supongo, no tengo pruebas pero es lo que se hacía en aquellos años con estos productos.
La película se puede ver pero, siendo al comienzo interesante y con algunos aspectos curiosos como todo lo que tiene que ver con el personaje del senador, bien interpretado por William Berger, luego todo se vuelve más mecánico, nada creíble y con situaciones rocambolescas que en pantalla quedan entrañables por su ingenuidad (las apariciones del fotógrafo tienen tela).
No aburre pero acaba siendo muy mediocre, y es una pena por cuanto, por ejemplo, nuestra Bárbara Rey, uno de los pocos elementos españoles en la cinta, compone un personaje de mucha importancia, e incluso en una escena con el gran (y aquí en uno de sus últimos trabajos) Arthur Kennedy, mantiene bien el tipo. Lo mismo que la otrora gran Alida Valli, en un personaje chispeante de vieja criada metomentodo y guasona, pero que se cree más lista de lo que en realidad es.
En definitiva, que las hay peores en este género pero creo que las posibilidades que tenía la historia se acaban arrojando por la borda por mor de un chapucero convencionalismo narrativo y argumental y el más torpe morbo.
En este caso el argumento tira por ahí pero la denuncia social que en otros filmes era más patente y profunda, aquí sólo sirve de coartada para una historia que mezcla la intriga criminal, la suciedad institucional y un erotismo que en las escenas que se vieron en España quedaban muy ligthts y supongo que su versión italiana serían más picantonas. Pero sólo lo supongo, no tengo pruebas pero es lo que se hacía en aquellos años con estos productos.
La película se puede ver pero, siendo al comienzo interesante y con algunos aspectos curiosos como todo lo que tiene que ver con el personaje del senador, bien interpretado por William Berger, luego todo se vuelve más mecánico, nada creíble y con situaciones rocambolescas que en pantalla quedan entrañables por su ingenuidad (las apariciones del fotógrafo tienen tela).
No aburre pero acaba siendo muy mediocre, y es una pena por cuanto, por ejemplo, nuestra Bárbara Rey, uno de los pocos elementos españoles en la cinta, compone un personaje de mucha importancia, e incluso en una escena con el gran (y aquí en uno de sus últimos trabajos) Arthur Kennedy, mantiene bien el tipo. Lo mismo que la otrora gran Alida Valli, en un personaje chispeante de vieja criada metomentodo y guasona, pero que se cree más lista de lo que en realidad es.
En definitiva, que las hay peores en este género pero creo que las posibilidades que tenía la historia se acaban arrojando por la borda por mor de un chapucero convencionalismo narrativo y argumental y el más torpe morbo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
"Preciosa" la escena en la que la protagonista, para que le metan un pico en el brazo, se despelota totalmente de cintura para arriba. ¡Muchas gracias por el detalle señorita Well!. O mejor las gracias para sus dos guionistas.