Ocurrente film que combina el cine de detectives privados con el policíaco, la intriga y la comedia, con desiguales resultados.
Es irregular en su ritmo y entretenimiento, pero en líneas generales es amena. Además, se le tiene simpatía durante todo el metraje al ser a todas luces un canto de amor y cariño a todos los films clásicos sobre célebres detectives llevados al cine, como Sam Spade o Malowe.
Robert Sacchi está muy bien como el sosías de Humphrey Bogart, calcando sus tics y muecas de forma perfecta y a él se le añaden pintorescos personajes, a veces chistosos otras un tanto irritantes, interpretados por estimables actores y actrices, algunos de ellos viejas glorias del Hollywood dorado, que incluso en el caso de la simpar Yvonne de Carlo, ni hablan siquiera.
El argumento, un tanto farragoso, pero da igual, une diversas historias ya contadas en el cine "antiguo", y el resultado final es originalillo, no convincente del todo, pero resultón... si se ve sin prejuicios, claro.

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