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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
9
Intriga Mientras el abogado Paul Held defiende a un hombre acusado de haber asesinado a su mujer, empieza a sospechar que su propia esposa podría estar engañándolo. (FILMAFFINITY)
27 de enero de 2021
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
! Bueno, bueno!, vaya tela marinera la que nos trae ese magnífico director, James Whale, responsable de algunas de las mejores joyas del cine fantástico y de terror como Frankenstein o su secuela la novia de Frankenstein y al que de lo último que se le puede tachar es de vulgar o convencional.
Al revés, me parece que este hombre era terriblemente provocativo y en esta película que, aparentemente, se muestra como una cinta de misterio, no escatima en lanzar una severa pulla a la sociedad de su época, terriblemente misógina, reflejando, precisamente, a la manera de espejo de los que en esta cinta utiliza con soberbia maestría, esa misoginia latente que les arroja la terrible realidad a la cara y que les muestra lo que son. ( spoiler)
Un soberbio arranque lleno de belleza nos muestra un romance adúltero. Los amantes, en cita clandestina, se disponen a hacer el amor. Mientras, oculto tras la ventana del dormitorio, el marido contempla la escena portando un revólver. Aprovechando la leve ausencia del amante le descerraja tres tiros a su mujer y llama tranquilamente a la policía confesándose autor del crimen.
Frank Morgan, abogado y mejor amigo del asesino, va a hacerse cargo de su defensa. Le visita en la celda para obtener toda la información necesaria para preparar su defensa pero, a medida que va oyendo el relato de su amigo, se va a sentir reflejado ( otra vez la metáfora del espejo) en él y la misma sospecha que había embargado a su amigo se irá apoderando de él que comenzará a desconfiar de su propia esposa.
Este personaje va a encarnar toda esa concepción que tenía la sociedad de que un hombre herido en su honor y en su" pertenencia" más sagrada ( su esposa), le asistía un derecho moral aunque no legal, a matarla. Era lo que, entonces, detestablemente, se denominaba crimen pasional.
Pero, no se asusten ustedes. No es Whale quien se postula así sino ese y otros personajes del film. Pero eso sí. Whale no se corta ni media y arroja sin filtros toda clase de barbaridades que, los espectadores de hoy, no podemos dejar de escuchar sin que nos piten los oídos.
Menos mal que también nos presenta la otra cara. Por medio de los personajes de la secretaria y del pasante, Whale equilibra el discurso dotándolos de una soberbia ironía, al tiempo que hace gala de un humor muy, muy negro, que actúa como catalizador para el espectador. Salen menos de lo que me gustaría, pero cuando salen, no hay que perderse los magníficos diálogos que sueltan por su boca y que uff, alivian al espectador.
Y para contarnos todo eso, ! madre mía! qué grande. El magnífico recurso de los espejos como alegoría del engaño y la realidad de la verdad y la mentira del reflejo del comportamiento humano que incita a seguir los mismos patrones en los demás.
La increíble concisión de la que es capaz, ! que esta cinta dura 70 minutos!, ¿ os lo podéis creer?. La elegancia de la que hace gala en sus imágenes, lo increíblemente moderna que me ha resultado. lo barata que se adivina la película, lo políticamente incorrecta que es y sentir que al espectador se nos trata como adultos...Bueno, me callo ya. Creo que ya he dejado muy claro que me ha encantado y no comprendo por qué nos esconden estas películas. SOBERBIA.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Izeta
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