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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
6
Comedia. Musical. Romance Musical que adapta una serie de narraciones costumbristas de Booth Tarkington en las que se narran las incidencias cotidianas de una familia residente en una pequeña localidad de Indiana a principios de siglo. Tiene cierto encanto dentro de un tono eminentemente cursi. Pese a ello, obtuvo un considerable éxito que propició una secuela: "Operación matrimonio" (1953), de David Butler. (FILMAFFINITY)
7 de octubre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este musical para lucimiento de Doris Day me ha recordado a esas colecciones de postales bellamente coloreadas que recrean entornos apacibles e idílicos en lugares de ensueño.
Mansiones románticas e imponentes con sus jardines, porches y verjas de madera. Calles apacibles y silenciosas donde apenas se quiebra la paz excepto por el esporádico paso de algún carruaje. Salones de baile con orquesta, estratégicamente situados junto a un hermoso lago con embarcadero donde poder ir a navegar con la chica en una barca de remos.
Bellos colores, estancias cómodas, comedores elegantes y muñecos de nieve.
Esta película tiene mucho que ver con aquellos musicales de Judy Garland, en su textura, la suavidad de sus formas, la belleza con que retrata mundos imposibles que sólo han podido existir en los sueños repletos de azúcar.
La historia recrea las vicisitudes de una familia, en los años previos a la I Guerra Mundial, que se muda a un nuevo vecindario. Una familia compuesta por el padre, vicepresidente de un banco, la madre, una hija a punto de entrar en la edad adulta y un hijo de doce años, el terremoto de la casa.
Al estar estructurada en pequeños episodios costumbristas sobre las vivencias de la familia, la película, pierde en muchos momentos la cohesión necesaria que una trama central más sólida exigiría, resultando dispersa, despistando al espectador respecto hacia dónde quiere dirigirse, más teniendo en cuenta que no todo lo que nos cuentan despierta el mismo interés, siendo algunas anécdotas más interesantes y divertidas que otras.
La trama central, la compuesta por el idilio de Day con MacRae también promete más de lo que da.
Un muchacho "antisistema" radical, anticapitalista y anti convenciones, podría dar mucho juego enfrentado al padre de su novia, un conservador de pro.
Pero no hay nada de eso. En seguida se adivina que al chaval se le va a pasar la fiebre radical más pronto que a mí un catarro y que todo irá a su cauce sin conflictos ni sobresaltos.
El hermano también protagoniza una aventurita sorprendente cuando propaga un rumor acerca de la familia que choca bastante pero también lo resuelven sin más ni más.
En realidad, en conjunto, a mí las historias no me han gustado. La película me parece mucho más apreciable por los números musicales, sobre todo, la que da título al film que forma una melodía inolvidable y otro par de ellos más, Doris en la nieve y el dúo que cantan en el porche.
La ambientación, decorados, vestuario y fotografía sí son hermosas y son realmente lo más valioso a destacar junto con el repetido gag de Mary Wickes en la cocina tratando de servir la comida.
Pero estas atmósferas recreadas siempre tienen un poder relajante y placentero en el espectador porque están repletas de encanto en su sencillez. Así que creo que no perderán su tiempo acercándose a ella y, si encima son fans de Doris Day, para qué les voy a contar. Ya están tardando.
Izeta
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