Sin hacer mucho ruido, nos llega el nuevo producto de acción para el lucimiento del popular Vin Diesel, actor que es plenamente consciente de que su saga de Fast & Furious llega a su fin en unos años y ya está preparando su plan de jubilación, es decir, una nueva saga. Este es el primer paso.

Debo reconocer que no tenía intención alguna de pasar por caja ( es decir, por cines) pero al final me he decidido a visionar esta adaptación de un cómic (que no he leído, así que no haré comparaciones de ningún tipo) en un acto total de locura ya que no suelo ver películas de esta índole en las salas. Pero bueno, a veces hay que salir de la zona de confort.

Las pocas críticas surgidas (la película se ha estrenado una semana antes en otros países que en USA) no la han masacrado, como cabría esperar, afirmando que se trata de un producto entretenido y mucho mejor de lo esperado. No sé qué película han visto, pero empiezo a pensar que no es la misma que un servidor.

A pesar de su escaso presupuesto (poco más de 40 millones, bastante poco para un producto de estas características) no tengo claro que vaya a ser un éxito y tengamos secuela en un par de años. Lo que si tengo claro es que no me veréis en un cine pagando por otra entrega.

Y es que estamos ante un producto vacío, flojo, insustancial y más que olvidable, donde es muy difícil destacar absolutamente nada. Y ojo, que la han vendido como una cinta de superhéroes (que es lo que más vende ahora mismo) por ser una adaptación de un cómic, cuando ya os adelanto que no es el caso. Y es que a Sony Pictures no le gana nadie en marketing engañoso. Pero mejor centrarnos en reseñar la película...

La dirección de la película es una de cal y otra de arena. Por un lado, las escenas de acción (bastante escasas...) son, o demasiado oscuras o demasiado torpes, no estando ninguna a la altura hasta el clímax, que tampoco es ninguna maravilla, pero si que entretiene y ofrece algún momento interesante (el del ascensor), a pesar de los mejorables efectos especiales (que parecen dignos de hace dos décadas o de la intro de un videojuego), pero claro, el presupuesto es el que es. Por lo tanto, nos encontramos ante una cinta de acción donde esta deja bastante que desear hasta que llega el final, y tampoco es para quitarse el sombrero. Si ya fallamos en eso...

El guion se esfuerza por sorprender al espectador,  cuando es mucho más predecible de lo que se pretende. A poco que se hayan visto otros films similares ya sabes por dónde van a ir los tiros, y no, no es necesario haber leído el cómic para descubrir los secretos del film. Los personajes son bastante insulsos, con un protagonista seco y parco en palabras, un villano sin carisma alguna o una serie de personajes secundarios que no aportan nada al conjunto. Si acaso se podría rescatar la compañera de armas (con algún momento logrado) o al alivio cómico de la cinta, pero poco más.

Diesel vuelve a ofrecernos un personaje serio y sin mala baba, no siendo uno de sus mejores papeles (aunque el libreto no ayuda mucho), cuando todos sabemos que es capaz de cosas fabulosas (hola, Declaradme Culpable), pero prefiere poner la misma cara casi toda la película y recoger el cheque, seguramente para financiar proyectos que le interesen mucho más, como otra entrega de Riddick. Tampoco voy a criticar algo que hacen el 99% de los actores.

También tenemos a un Guy Pearce al que Hollywood no deja de maltratar con personajes que no están a la altura de su talento. Un clásico. Y ya que hablamos de intérpretes desaprovechados, por ahí su pasea un fugaz Toby Kebbell (RocknRolla), que en treinta segundos ya demuestra que está por encima del resto del reparto y que confirma que es uno de los jóvenes talentos más desperdiciados de las últimas décadas. Lamentable. El resto cumplen y hacen lo que pueden con sus planos personajes.

No obstante, y a pesar de no haberme entretenido hasta su final, no puedo afirmar con rotundidad que estemos ante un bodrio, como cabría esperar y sucede con los films de este estilo, pero es que con aquellos al menos te lo pasas bien de lo absurdos que son, cuando el mayor problema de la cinta que nos ocupa es que no se desmelena y se toma demasiado en serio a sí misma, siendo una más del montón, que no sorprende, no emociona y no impacta, quedándote después de su visionado igual que como estabas al principio.

En conclusión, estamos ante una cinta de acción del montón, que será olvidada por todos en breves y que no tiene nada nuevo que ofrecer en el panorama cinematográfico actual, siendo una suerte de vehículo para el lucimiento de un Diesel que debería volver a probar la comedia o el drama, porque este "nuevo" personaje suyo lo tenemos ya muy visto. No se si habrá secuela, pero si llega a suceder ya habré olvidado esta. Prescindible. 

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