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Voto de pensadorposbohemio:
3
Drama Reeves da vida a John, un hombre perdido e inmerso en una espiral de drogas, sexo e indecisión. La cinta muestra un día en la vida del protagonista que, acompañado de sus dos amigas íntimas, pasa las horas entre bares y locales nocturnos frecuentados habitualmente por el trío protagonista. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Últimamente está siendo cada vez más común encontrar películas cargadas de dosis de realismo en el "genero" independiente. Generation Um... intenta aspirar ha convertirse en una de ellas, envuelta en el aura de negatividad y pesimismo que proyectan tanto los tres personajes protagonistas como su entorno. Intentando de esta forma encontrar de paso la belleza en lo viejo, roto, o deshecho de las cosas o de las personas .

De esta forma tras mostrar en diferentes actos impulsivos, reflexiones de estos, cuyo objetivo no es más que la búsqueda continua pero para nada fatigosa de encontrar algo que estimule o de sentido a sus vidas. Ejemplos de esto son momentos como en los que John ( Keanu Reeves) recibe inmutable su felicitación paterna de cumpleaños, o simplemente hace caso omiso a las "insinuaciones" de la atractiva camarera. Pero Mia (Adelaide Clemens) y Violet ( Bojana Novakovic) íntimas compañeras de piso no se quedan atrás, ya que la primera en una tímida secuencia mostrará su disconformidad con su aspecto físico y la segunda hará lo mismo con su vida sentimental, y sin dudar en ningún momento tratará de saciar su vacío con la droga, la bebida y el sexo. De esta forma no solo Mia y Violet serían unos personajes complementarios sino que junto a John serían los tres un todo en uno.El personaje desgraciado y disconforme por excelencia con todo su ser, puesto que John en primeras instancias se muestra reacio ante la crudeza de la vida y sobre todo ante sí mismo pues estima que su valor se encuentra nada más ni menos que en la nada, dejándose notar fácilmente tanto en sus diálogos como en su dejación.

Si bien tras unos pequeños veinte minutos de presentación John topa con la realidad y percepción actitud optimista tanto de un amigo como de la gente corriente en la calle, este decide robar una cámara de video a un grupo espontáneo de bailarines de country hula hooperos, para así experimentar la excitación que produce el violar las leyes autoimpuestas de lo que considera cada uno una conducta cívica, multiplicada esta por la atragantada huida que ha de iniciar, ya que los dueños de la cámara se percatan al instante del hurto. John saldrá indemne de lo que no solo es un vulgar hurto, si no de lo que en toda película corriente significaría el primer giro argumental, pero no Generation Um... debut en la dirección cinematográfica a la brava de Mark Mann se niega a dar ningún tipo de giro argumental. Pues parece que no sabe y se encuentra más cómodo revolcándose en el amargo interior de sus protagonistas. Aspirando patéticamente en convertirse en un cuadro profundo y deshecho como lo son los de Munch o Freud, topándose así con el cenit de la pretenciosidad pues el simple mero hecho de decidir llevar acabo una película en la que no se da lugar a que suceda nada o se intenten transmitir algo nada más lejos de la evidencia, es un hecho pretencioso y de falta de talento. Hecho en el que se deja entrar por la puerta grande al patetismo de los diálogos como todo aquello que se dedica a grabar John al azar y sin sentido alguno.

Tal vez si Mark Mann es Humilde con sigo mismo tras su craso debut y aparta la idea de construir sus propias ideas en un guión y se retira a la dirección, podamos disfrutar de futuras películas interesantes y de calidad, pero por el momento, tendremos que limitarnos a sufrir ralladuras en el estómago mientras visualicemos alguna "fascinante"
historia que se le ocurra plasmar conjuntamente en un guión propio y en la pantalla.
pensadorposbohemio
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