Al salir del juzgado donde se hallaba declarando en contra del gánster Carl Durham, el testigo “Turco” Meyers es asesinado, sabiéndose luego que fue un improcedente artículo del periódico The Times Gazette, el que, con su información, facilito el insuceso. El periodista de marras, Mike Reese, resulta entonces despedido… y en un par de chispazos, conoceremos muy bien la sucia imagen en que lo tienen sus colegas.

Pero, el astuto periodista, rápidamente emerge del pantano y pronto lo veremos haciendo parte del Lakeville Sentinel, un periódico de provincia que ahora dirige la joven, Cathy Harris, cuyo padre falleció recientemente.

La noticia de la muerte de Diane Stanton, la nuera del también empresario periodístico E.J. Stanton, va a mover, entonces, las rotativas y el inescrupuloso periodista entrará en acción para mostrar la suerte de bajos intereses, manipulaciones y agravios, que suelen emanar de ciertos medios de in-comunicación.

Para representar a semejante ejemplar de periodista, el director Cy Endfield, tomó la atinada decisión de elegir nada menos que a Dan Duryea, actor al que se recuerda sobre todo por sus roles de maloso, con lo que estaremos preparados para lo peor. Pero, ¿habrá acaso algo que consiga ablandar a los corazones de piedra?

Una historia de Craig Rice, convertida a guion por Henry Blankfort y Cyril Endfield, nos ofrece un panorama sociológico bastante amplio en el que, además del archiconocido juego periodístico, también podrá apreciarse el poder y la influencia del crimen organizado, más la inclinada balanza de la mal llamada justicia, en la que, ¡el color de la piel!, puede ser suficiente ‘delito’ para que una persona lleve las de perder.

No obstante haber contado con presupuesto y recursos de serie B, el director Cy Endfield, se las ingenia para hacer un film noir bastante significativo, logrando que el ritmo y los elementos sorpresa fluyan como un manantial, pues, además, tiene actores complementarios como Herbert Marshall, Howard DaSilva y Mary Anderson que se lucirán en cada aparición.

Como podrá imaginarse, los periodistas de turno se fueron lanza en ristre contra la película, pero contra todo, al final queda uno con gusto a historia realista y bien contada… tan bien contada que, es seguro que, Billy Wilder, la tomó en cuenta al momento de hacer, al año siguiente, su muy brillante “Ace in the Hole”… y nosotros, ya sabríamos luego lo que, Endfield, podía hacer cuando disponía de holgados presupuestos.

Título para Latinoamérica: UN GRITO AHOGADO