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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Comedia Un abogado de vida alegre es contratado por una millonaria para una tarea inusual: emparejar a sus tres hijas con los tres candidatos que ella misma ha seleccionado, todos ellos muy buenos partidos: un industrial, un inspector de hacienda y un individuo que se dedica a rehabilitar presos. (FILMAFFINITY)
2 de diciembre de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde su regreso a Hollywood en 1959, tras padecer serias dificultades económicas y haber sufrido dos infartos a causa del aislamiento que le significó la condena del oprobioso Comité de Actividades Antiestadounidenses, el director Michael Gordon, apareció renovado y, curiosamente, comenzó a demostrar que tenía un gran pulso para la comedia dirigiendo la película “Pillow talk”, uno de los títulos más taquilleros de aquel mismo año. Este hecho, animó a los productores a seguirle ofreciendo nuevos proyectos en este género, y Gordon demostró que su sentido del humor no era cosa de un día, haciendo luego la hilarante, “Boys’ night out”, y ahora, “TRES HEREDERAS”, otra de esas historias que nos ofrece momentos sumamente divertidos.

El punzante guion de Larry Markes y Michael Morris, se ocupa del plan que tiene la adinerada señora, Chloe Brasher, quien, deseando casar a sus tres lindas hijas con hombres especialmente elegidos por ella, para asegurarse de que, el dinero que les legara su finado padre, no vaya a parar a malas manos, contrata al abogado, Deke Gentry, quien deberá ocuparse de relacionarlas con los tres candidatos.

Se abre así, una comedia de enredos, pues, las tres chicas, además de bellas y extrovertidas, también tienen sus propios recursos como para saber muy bien lo que quieren en la vida, y el abogado va a verse en muy serios aprietos, además de que no podrá evitar sentirse personalmente interesado por… Kate, la mayor de las hermanas.

Con una fotografía full color y en una agradable ambientación, Gordon va desgranando una trama que tiene momentos para reír a gusto, al tiempo que va demostrando lo recursivas que pueden ser las mujeres para salirse con la suya, aplicándose también aquí la idea de que, el hombre propone y la mujer dispone. La historia resulta un tanto recargada en la medida en que da demasiados datos, a veces con demasiada prisa, pero, en general, se comprende lo que ocurre… y a nadie se le deniega la opción de verla dos veces para aclarar los vacíos que pueda dejar un solo visionado.

Se le suma también al filme, la picardía que maneja gracias a la apertura que se produjo con el advenimiento de los liberales años 60’s, y esto nos permitirá ver a la muy sexy, Julie Newmar, en prendas bastante íntimas, y a la muy bella, Leslie Parrish, repartiendo besos que causan envidia. Los diálogos, como ya lo dijimos, pecan de exceso, pero se les abona algunos comentarios muy atinados, como cuando se habla del comportamiento de la gente en los supermercados o se cuestiona el vicio de fumar (“Fumarse un cigarrillo es una forma de reemplazar el deseo de chuparse el dedo”) describiendo, muy certeramente, a los fumadores según la edad.

En las actuaciones, el acierto es total, con Kirk Douglas, demostrando que también tiene su toque para la comedia; Thelma Ritter, haciendo lo que siempre hizo de maravilla en su segunda de tres apariciones junto a Michael Gordon, y con Mitzi Gaynor, Julie Newmar y Leslie Parrish, como tres fuertes leonas muy seguras de saber proteger sus territorios.

P.D. En la estación de servicio, simpática parodia de “Psicosis”, el entonces reciente éxito de Hitchcock.

Título para Latinoamérica: “POR AMOR O POR DINERO”
Luis Guillermo Cardona
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