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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Western En una América todavía llena de pioneros, un sheriff (Redford) persigue a un indio que huye de la justicia. Western de argumento sencillo que destacó por reflejar el punto de vista de los indios. (FILMAFFINITY)
3 de enero de 2017
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuenta la historia que, Willie Boy, era un indio paiute-chemehuevi de 26 años, quien sostenía un intenso romance con Ioleta (Carlota) Boniface, pero, por el hecho de ser primos, el padre de Ioleta se oponía a dicha relación, así que, los chicos acordaron fugarse… y al ser sorprendidos por aquel, el 26 de septiembre de 1909, en el acto de defenderse, Willie mata al padre de su novia y luego huye con ella por el desierto de California.

Su persecución y cacería -la cual coincidió con la visita del presidente William H. Taft a Riverside, hecho que atrajo a un buen número de periodistas- causó tanto revuelo en todo el Estado y motivó tantas mentiras y tergiversaciones que, luego, serían desacreditadas, que, el drama de Willie Boy pasaría a la historia como La Última Cacería del Viejo Oeste y sería el tema de dos libros: “Willie Boy: A Desert Manhunt” (1959) de Harry Lawton y “The Hunt for Willie Boy” (1994) de James Sandos y Larry Burgess.

El primero de estos libros, fue el resultado de tres años de investigaciones que, Lawton, llevó a cabo conviviendo con los indios morongo en su reservación, mientras trabajaba como corresponsal de The Press-Enterprise. Lawton (1927-2005) fue un humanista opuesto a la guerra, a los prejuicios y a la intolerancia, y pasó gran parte de su vida luchando por la preservación de las comunidades indígenas americanas. El caso de, Willie Boy, lo sensibilizó a tal punto que quiso saber toda la verdad sobre los hechos, y por esto, su libro es quizás el más objetivo que hasta ahora se haya publicado.

“Willie Boy: A Desert Manhunt”, fue la base de la que partió, Abraham Polonsky, para escribir y dirigir la que sería su segunda película… y presiento que, el motivo de haber elegido este tema, está asociado a la relación que puede hallarse entre la persecución del indio paiute y la que él mismo sufriera por el Comité de Actividades Antiestadounidenses (HUAC) que, en definitiva, fueron dos atropellos por el hecho de ser y pensar distinto.

Como es de suponerse, <<EL VALLE DEL FUGITIVO>> también generó resistencias, pero, para quienes pensamos un poco a la manera de Lawton y de Polonsky, el personaje de Willie Boy nos llega al alma por los tristes hechos que rodearon su vida, por su integridad al enfrentarse al enemigo, y porque, de nuevo, se demuestra cómo la sociedad, en su ignorancia, se ha ensañado contra todo aquel que “subvierta” el orden establecido.

Polonsky, consigue un filme altamente equilibrado, en el que muestra a seres humanos creíbles, debidamente matizados, y exponiendo los hechos sin afanes de condena alguna y más con un firme propósito de reconciliación, como puede adivinarse en los principios que manejan personajes tan valiosos como el sheriff Cooper, la doctora Elizabeth Arnold y el joven Charlie Newcombe quienes, con su talante, dignifican a la raza blanca.

Robert Blake (el inolvidable Perry de “A Sangre Fría”), logra otra magnífica caracterización y Willie Boy luce con una potencia lejos de toda sensiblería, dispuesto a demostrar que la raza india posee un ímpetu inmortal. También, Robert Redford, logra tal carisma, que motivó a que otras páginas se añadieran a su personaje en el guion; y Susan Clark, con la belleza y el carácter que toda mujer debería irradiar.

Lo sucedido en el monte Rubí de California, es un hecho que nunca se puede olvidar.
Luis Guillermo Cardona
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