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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Hubo un tiempo en que Margaret Elliott fue una rutilante estrella de Hollywood, pero en la actualidad está arruinada y nadie se acuerda de ella; pero Margaret se niega a aceptarlo. Sólo el apoyo de su hija Gretchen y de Jim, un joven actor, podrá ayudarla a salir del pozo en el que está sumida. (FILMAFFINITY)
5 de julio de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Hollywood, muy pocas actrices logran la permanencia. A sus 30 años, la mayoría de ellas ya son consideradas viejas… y su cotización entra a la baja pasando su foto al álbum donde, ocasionalmente, son llamadas para hacer de madres, tías o abuelas. Con gran empeño, a esto se resistió hasta su muerte la gran Bette Davis quien, un día, declaró: “Sé que tengo que aceptar que mis próximos papeles serán, cada vez, de una mujer más y más anciana, pero, aún en estos casos seré la protagonista. Quiero acabar con mi nombre por encima del título de la película”.

Como una denuncia de esta deplorable costumbre de la industria hollywoodense, y a la vez, como una voz de aliento para las incontables actrices que se han visto en tales situaciones, surge esta historia que escribiera la pareja, Dale Eunson y Katherine Albert (“Sabre Jet”, “How to Marry a Millionaire”…), con la cual, Bette Davis, a sus 44 años, vuelve a ser la protagonista como una de las pocas excepciones y merced a un talento, sin duda, excepcional.

Aquí, ella es la actriz, Margaret Elliot, venida a menos al alcanzar su mediana edad y llena de deudas que ya no puede pagar, pues, los productores ya no la toman en cuenta, no obstante haber ganado un Oscar y tener un nombre que muchos reconocen en las calles. Margaret tiene una bella hija en la flor de la adolescencia, pero, ni siquiera los deberes que tiene para con ella, la convencen de hacer otra cosa, pues, aún guarda la esperanza de que podrá volver a actuar. Cuando tiene un casual encuentro con el ex-actor, Jim Johannsen, dedicado ahora a otras labores, su presencia la hará mirar nuevas opciones… y quedará a su elección seguir alimentando la esperanza del cine o tomar otro rumbo para seguir sobreviviendo. ¿Qué ocurrirá de aquí en adelante?

Margaret Elliot, es uno de esos personajes que sirven de espejo a muchísimas personas que, tras haber alcanzado el éxito en determinadas profesiones, un día la vida los coge sin las suficientes provisiones y les “regala” una de esas crisis que, algunos superan con tesón y sabiduría… pero, otros se hunden hasta caer en la desgracia. Lo que hará, Margaret, es bien aleccionador y vale la pena verlo porque, posee, además, una serie de reflexiones y de pruebas que vale la pena considerar. Quizás se nos dé constancia de que, ser útil a los demás, puede, sin pretenderse, ser un buen seguro para esos momentos difíciles que, un día, vamos a tener… y, puede que también entendamos que, para alcanzar la felicidad no hay un solo camino sino cientos si somos capaces de ver.

Bette Davis, es secundada por el carismático Sterling Hayden, quien, como Jim Johannsen, recrea a la suerte de hombre que ofrece equilibrio y seguridad; y Natalie Wood, es la buena chica que, lo que más parece anhelar, es un hogar bien constituido.

Stuart Heisler, vuelve a demostrar una gran sobriedad en la dirección y su filme se desenvuelve como un efectivo drama donde, la puesta en escena, la iluminación, la edición, y demás aspectos estéticos, encajan debidamente.

Esto es cine para aprender a vivir.

Título para Latinoamérica: LÁGRIMAS AMARGAS
Luis Guillermo Cardona
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