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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama Sombrío y duro retrato de un adicto a la heroína y de las repercusiones de su drogadicción en su ambiente familiar. Anthony Franciosa fue candidato al Óscar al mejor actor principal. (FILMAFFINITY)
28 de julio de 2016
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando, tras varios años de ausencia, un padre regresa al hogar, poco se sabe de lo que pueda encontrar. Si acaso escribió o hizo llamadas telefónicas algunas veces, el papel puede con todo, y la brevedad de una llamada no siempre da cuenta de lo que, en realidad, sucede.

Cuando la naturaleza nos asignó, por derecho, a un padre y a una madre, sabía muy bien lo que hacía, pues esperaba que así asegurase a cada criatura, la tenencia de afecto, la paciencia y constancia en la formación, un techo donde vivir y alimento cotidiano, y entre otras cosas, la estructuración del carácter, de tal manera que podamos movernos con seguridad por el mundo. Es por esta razón que, la falta del padre o de la madre a muy temprana edad, suele significar un notable vacío en la formación de muchísimas personas.

Como casi todos los padres ausentes, es seguro que, también John Pope, sintió en muchas ocasiones la necesidad de volver a ver a sus hijos, pero, o no lograba conseguir la posibilidad de viajar o se abstenía porque, con las ocasionales cartas que escribía, pensaba que era suficiente como demostración de interés. Pero, ahora, por fin ha decidido visitarlos… y se va a encontrar con Johnny (su favorito), casado y a punto de ser padre, y dándole cobijo a su hermano Polo, quien trabaja en un bar poco recomendable. Convencido de que, Johnny es un tipo emprendedor y un excelente hermano, y Polo un sinvergüenza irresponsable, el padre va a tomar tiempo para comprender una realidad que, quizás, lo aleccione de una vez y para siempre.

Que las apariencias engañan, nos lo demuestra la vida constantemente y de ahí lo temerario que resulta juzgar por simples presunciones. Sobre este tema, “UN SOMBRERO LLENO DE LLUVIA”, nos va dar una clase inolvidable, y también nos va a mostrar cómo, la peor ¡y la más valiosa lucha que enfrenta un hombre! es la de vencer sus propias debilidades.

El guion, escrito por Michael Vincente Gazzo, Alfred Hayes y Carl Foreman (otra gran víctima de la HUAC, a quien sólo se le reconoció el crédito en el filme 14 años después de muerto), parte de la obra teatral, “Un sombrero lleno de lluvia”, que Gazzo escribiera, y que alcanzó primero el éxito en Broadway, donde fue estrenada en 1955, llegando a tener 389 representaciones sucesivas. Los protagonistas fueron: Ben Gazzara, Shelley Winters, Anthony Franciosa y Henry Silva, pero sólo los dos últimos estarían en la versión cinematográfica que se encargó al director vienés Fred Zinnemann. Gazzara y Winters fueron reemplazados por Don Murray y Eva Marie Saint y, valga decir que, la elección fue muy afortunada, porque ambos lograron excelentes interpretaciones.

En una época, donde casi lo único que se podía mostrar en el cine era que los EEUU es un país de ensueño (violaciones, escenas de sexo, drogas y muchas otras cosas, merecían una rotunda X de prohibido), directores como Otto Preminger con “El hombre del brazo de oro” y Zinnemann con “UN SOMBRERO LLENO DE LLUVIA”, comenzaron a romper las ancladas reglas, demostrando a cabalidad que, tratado con altura y propósitos edificantes, ningún tema debe estar vedado.

Protege a tu familia. Brilla como un padre presente y comprometido. La vida te ha dado poderosas herramientas con las que puedes vencer todas tus debilidades. Sé dueño de ti mismo y podrás dar grandes cosas al mundo y a la vida… y esto, ten la seguridad de que el universo lo bendice.
Luis Guillermo Cardona
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