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Voto de Natxo Borràs:
5
Comedia Walter Whitney tiene todo lo que un hombre puede desear, una buena casa, un Rolls Royce, un trabajo como alto ejecutivo, es miembro de un exclusivo club de golf. Sin embargo también tiene problemas, por ejemplo, su esposa Vivian que está más preocupada de su vida social que de su vida sexual, su hijastra Mary Ann, que rechaza reconocerlo como padre, o su suegro Nelson Longhurst, que además es el presidente de la compañía en la que ... [+]
26 de enero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Michael Schultz (Car Wash; un mundo aparte) dirigió ésta tardía comedia planteada como una situación de enredo de choques interraciales (cuando los Derechos Civiles en Estados Unidos ya estaban a la orden del día) en que se vé involucrado de modo tan accidental como absurdo su protagonista, Walter (George Segal), ejecutivo de una empresa de electrónica cuando se entera de que tuvo un hijo (Denzel Washington) de una anterior relación. Desposeído de sus bienes materiales después de su divorcio tendrá que afrontar una nueva vida como el padre que fue, es decir, trabajador, de clase baja y malviviendo en los peores suburbios a base de trabajos basura que él ni hubiera imaginado haberse planteado. En fin, la dignidad por los suelos.

Rodada en plena era Reagan, con ese halo de conservadurismo social que pocas minorías religiosamente conservadoras y representadas aquí de un modo más o menos grotesco y rozando la caricatura se aprovecharon (y Susan Saint James representando a la raquítica y moralizadora esposa es lo mejor del film frente a un George Segal algo tosco y forzado para la comedia). La guinda la podía haber puesto un joven Denzel Washington que ya se le conocía en la televisión por su intervención en la serie médica “St. Elsewhere”, pero con unas dotes interpretativas aún muy tempranas, lejos del actor que conocemos hoy en día.
Natxo Borràs
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