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España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Drama Frankie Machine, un hombre con talento musical, sale de la cárcel y, además, consigue dejar la heroína. Su principal problema será encontrar un medio de vida honrado y evitar las drogas y el juego. (FILMAFFINITY)
2 de abril de 2008
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había leído que esta película era una de las más duras y contundentes crónicas sobre los efectos de la droga. Y aun siendo una buena (tirando a notable) película, no me ha impactado tanto como pensaba.
El hombre del brazo de oro cuenta la historia de un hombre que después de pasar una temporada en la cárcel vuelve a su entorno rehabilitado de las drogas y con la intención de empezar una nueva vida como músico. Allí le espera su esposa, inválida por un accidente, sus amigos, su verdadero amor, y por supuesto también la tentación de volver a caer en la heroína.
Otto Preminger se adentra en este mundo con la sequedad que cabía esperar en él, pero sin la contundencia que la historia necesitaba. Durante la primera (y larga) parte de la película vamos conociendo a los personajes y al entorno en el que se mueve el protagonista, pero la película se toma demasiado tiempo en esto. Afortunadamente la presencia de los dos personajes femeninos aportan energía a una historia que sin ellos no hubiera terminado de arrancar.
Cuando el protagonista recae nuevamente en la droga la película adquiere esa fuerza que en principio le faltaba y es ahí donde director e intérprete alcanzas cotas más que notables en sus respectivos trabajos. Para acabar llegando a un final en el que nuevamente son otros personajes y otras circunstancias los que vuelven a tomar el protagonismo. Es un buen final, por supuesto, pero me aleja de la sensación de haber visto la película definitiva sobre la adicción a la droga. Quizás aquí las expectativas que yo tenía han jugado en contra de la película.
Fuera de toda duda queda la solvencia de un director como Otto Preminger, con una filmografía mas que notable. Y desde luego el trabajo de los tres protagonistas resulta más que notable. Frank Sinatra venía de ganar el Oscar por su maravilloso personaje en De aquí a la eternidad. Aquí volvió a optar al premio en una interpretación que en su última parte alcanza momentos extraordinarios. Junto a él la espléndida Eleanor Parker, en el torturado papel de la esposa, y la fascinante Kim Novak interpretando a ese amor imposible que le ayuda incondicionalmente. No se si era una buena actriz o no, pero desde luego su presencia en la pantalla resulta deslumbrante, y no solo por el físico.
También es digna de mención la banda sonora del genial Elmer Bernstein que fue toda una novedad en su momento.
ernesto
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