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Voto de TOM REGAN:
8
7,0
217
Serie de TV. Bélico
Miniserie televisiva de la ABC basada en una novela épica de Herman Wouk. Ambientada a finales de los años treinta y comienzos de los cuarenta, en plena Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Narra las vicisitudes de la familia Henry, encabezada por el comandante Victor "Pug" Henry (Mitchum), oficial de la marina de los Estados Unidos. Su gran éxito propició una secuela: "Recuerdos de guerra", una miniserie de 1988. (FILMAFFINITY)
29 de julio de 2013
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
108/04(14/06/13) Famosa, premiada y notable serie coral americana de la ABC de la década de los 80, radiografía desde el punto de vista estadounidense una época convulsa, conflictiva y clave en el devenir del SXX, arranca en los prolegómenos que anteceden a la invasión nazi de Polonia, que dio origen a la WWII y termina con el ataque nipón, el hilo conductor es la familia Henry, un matrimonio y sus tres hijos, en sus diferentes lugares nos ofrecen un fresco espléndido de la Guerra.
1939, a 6 meses del comienzo de la guerra, Hitler (Günter Meisner) planea invadir Polonia, Europa está revolucionada. El Comandante Victor ‘Pug’ Henry (Robert Mitchum) llega a Berlín como agregado militar en la Embajada USA, con su superficial esposa Rhoda (Polly Bergen), Victor tiene diversos encuentros, hace amistades, la más importante con el General alemán Armin Von Roon (Jeremy Kemp), militar de carrera no de acuerdo con los nazis pero fiel a su deber como germano, recaba datos que le hacen creer en un pacto Stalin-Hitler, haciéndoselo saber al presidente americano Roosevelt (Ralph Bellamy), esto le hace ser hombre de confianza presidencial, enviado como observador a varios lugares claves, Londres, Moscú o Roma. Victor en Berlin conoce a la bella hija Pamela (Victoria Tennat), entre Pamela y Victor surge una relación de amor platónico. Rhoda se siente de lado por los constantes viajes de Victor, cae presa de un amor otoñal con el físico nuclear Palmer Kirby (buen Peter Graves), que trabaja en el Proyecto Manhattan. El hijo menor de Victor es Byron (Jan-Michael Vincent), en vez de hacer carrera en la Armada ha preferido viajar a Italia para trabajar de asistente de investigación, en la villa rural del afamado escritor judío-americano Aaron Jastrow (John Houseman), allí conoce a su sobrina, Natalie (Ali McGraw), de la que se enamora, ella está prometida al diplomático Leslie Slote (David Dukes). Warren Henry (Ben Murphy) es otro de los hijos de Victor, es piloto aéreo en la Armada en el pacífico, Madeleine Henry (Lisa Eilbacher), es el tercer vástago de Victor, trabaja de asistenta de un locutor de noticias importante en la CBS radio, de estos dos hijos sabemos de ellos en cuentagotas, prácticamente marginados en el relato, aportan poco a la historia. Con estos personajes se nos expone una semblanza de los dos primeros años de la WWII en la que los Estados Unidos se mantuvo relativamente neutral.
7 episodios de 2 horas de duración cada uno, adaptación del best-seller de 1971 de Herman Wook (autor de la obra ‘El Motín Del Caine’, premio Pulitzer), también guionizó y estuvo encima de la serie. Wook hizo un cameo como el arzobispo de Siena, dirigida por Dan Curtis (director de la popular serie setentera ‘Dark Shadows’), describe con detalle los hechos que desembocaron en la contienda bélica, así como su desarrollo, acercándonos a reuniones de los altos mandos nazis, las reacciones británicas con Winston Churchill (buen Howard Lang) a la cabeza, asistimos a las argucias de Roosevelt por ayudar sin comprometerse a los ingleses con su Programa de Préstamo y Arriendo, a través de los personajes somos testigos de la invasión nazi de Polonia, con Natalie y Byron, mediante Victor vemos la invasión alemana a Rusia y la Batalla de Inglaterra, con Victor vemos la discriminación racial nazi. Además de vez en cuando incrustan en la serie material de archivo narrado por William Woodson que enmarca el contexto histórico del momento.
Se mezclan personajes ficticios, con reales e históricos, aparte de los ya mencionados aparecen Stalin (inane Anatoly Chaguinian, solo una escena), Mussolini (inane Enzo G. Castellari, dos escenitas), Himmler (buen Dieter Wagner, inquieta su sola presencia), el ministro de exteriores Joachim Von Ribbentrop (Anton Diffring, aprovecha bien sus pocos minutos), y más. Estos dan una extraordinaria visión de la Guerra, cómo la encararon los participantes. Somos testigos de los principales hechos, el pacto de no agresión Molotov-Ribbentrop, el Caso Blanco-Invasión de Polonia, la improductiva negociación-propuesta americana de Paz Summer Welles, la caída de Francia con la vengativa firma del Armisticio en el mismo vagón que se firmo la rendición de Alemania en la Gran Guerra, la Batalla de Inglaterra, de cómo el invento del Radar torno la victoria británica, la Operación Barbarossa para invadir la URSS, con los consiguientes y nefastos Einsatzgruppen, los comandos que exterminaban judíos, el ataque a Pearl Harbor que obligó a USA a entrar en la guerra, o el ataque nipón a Filipinas.
En el relato se entrecruzan los hechos históricos con los problemas y romances de la familia Henry, es en el apartado del melodrama romántico donde la serie resulta algo irregular, decayendo en algunos momentos el ritmo, y siendo redundante en otros. Se entiende que esto es un mensaje referente a que la vida no para ni con la mayor de las Guerra, los amores, los desamores, los nacimientos, las crisis matrimoniales, los adulterios, el ser humano es indestructible, sus sentimientos no dan tregua.
Robert Mitchum da carisma Victor Henry, hierático militar, transmite mucho con sus silencios, posee una penetrante mirada espejo de sus sentimientos, sabe emitir cariño por su familia sin caer en la sensiblería, su fuerte carácter resulta creíble ante los grandes personajes con los que se cruza, Roosevelt, Stalin o el mismísimo Hitler. Para Herman Wook Victor tenía 50 años, de hecho el director Curtis buscó a alguien de esta edad pero al parecer se encandiló con Mitchum de 65 años, creía que este tenía el carácter suficiente para ser creíble. El problema es su subtrama de amor platónico con Pamela/Victoria Tennant, es nada creíble, no hay química, el desfase de años la hace complicada de digerir, ampliado este muro pues no es veraz este amor platónico y nada carnal. Polly Bergen realiza una maravillosa labor como la frívola esposa de Victor, es una dicharachera e inquieta,… (Continua en spoiler por falta de espacio)
1939, a 6 meses del comienzo de la guerra, Hitler (Günter Meisner) planea invadir Polonia, Europa está revolucionada. El Comandante Victor ‘Pug’ Henry (Robert Mitchum) llega a Berlín como agregado militar en la Embajada USA, con su superficial esposa Rhoda (Polly Bergen), Victor tiene diversos encuentros, hace amistades, la más importante con el General alemán Armin Von Roon (Jeremy Kemp), militar de carrera no de acuerdo con los nazis pero fiel a su deber como germano, recaba datos que le hacen creer en un pacto Stalin-Hitler, haciéndoselo saber al presidente americano Roosevelt (Ralph Bellamy), esto le hace ser hombre de confianza presidencial, enviado como observador a varios lugares claves, Londres, Moscú o Roma. Victor en Berlin conoce a la bella hija Pamela (Victoria Tennat), entre Pamela y Victor surge una relación de amor platónico. Rhoda se siente de lado por los constantes viajes de Victor, cae presa de un amor otoñal con el físico nuclear Palmer Kirby (buen Peter Graves), que trabaja en el Proyecto Manhattan. El hijo menor de Victor es Byron (Jan-Michael Vincent), en vez de hacer carrera en la Armada ha preferido viajar a Italia para trabajar de asistente de investigación, en la villa rural del afamado escritor judío-americano Aaron Jastrow (John Houseman), allí conoce a su sobrina, Natalie (Ali McGraw), de la que se enamora, ella está prometida al diplomático Leslie Slote (David Dukes). Warren Henry (Ben Murphy) es otro de los hijos de Victor, es piloto aéreo en la Armada en el pacífico, Madeleine Henry (Lisa Eilbacher), es el tercer vástago de Victor, trabaja de asistenta de un locutor de noticias importante en la CBS radio, de estos dos hijos sabemos de ellos en cuentagotas, prácticamente marginados en el relato, aportan poco a la historia. Con estos personajes se nos expone una semblanza de los dos primeros años de la WWII en la que los Estados Unidos se mantuvo relativamente neutral.
7 episodios de 2 horas de duración cada uno, adaptación del best-seller de 1971 de Herman Wook (autor de la obra ‘El Motín Del Caine’, premio Pulitzer), también guionizó y estuvo encima de la serie. Wook hizo un cameo como el arzobispo de Siena, dirigida por Dan Curtis (director de la popular serie setentera ‘Dark Shadows’), describe con detalle los hechos que desembocaron en la contienda bélica, así como su desarrollo, acercándonos a reuniones de los altos mandos nazis, las reacciones británicas con Winston Churchill (buen Howard Lang) a la cabeza, asistimos a las argucias de Roosevelt por ayudar sin comprometerse a los ingleses con su Programa de Préstamo y Arriendo, a través de los personajes somos testigos de la invasión nazi de Polonia, con Natalie y Byron, mediante Victor vemos la invasión alemana a Rusia y la Batalla de Inglaterra, con Victor vemos la discriminación racial nazi. Además de vez en cuando incrustan en la serie material de archivo narrado por William Woodson que enmarca el contexto histórico del momento.
Se mezclan personajes ficticios, con reales e históricos, aparte de los ya mencionados aparecen Stalin (inane Anatoly Chaguinian, solo una escena), Mussolini (inane Enzo G. Castellari, dos escenitas), Himmler (buen Dieter Wagner, inquieta su sola presencia), el ministro de exteriores Joachim Von Ribbentrop (Anton Diffring, aprovecha bien sus pocos minutos), y más. Estos dan una extraordinaria visión de la Guerra, cómo la encararon los participantes. Somos testigos de los principales hechos, el pacto de no agresión Molotov-Ribbentrop, el Caso Blanco-Invasión de Polonia, la improductiva negociación-propuesta americana de Paz Summer Welles, la caída de Francia con la vengativa firma del Armisticio en el mismo vagón que se firmo la rendición de Alemania en la Gran Guerra, la Batalla de Inglaterra, de cómo el invento del Radar torno la victoria británica, la Operación Barbarossa para invadir la URSS, con los consiguientes y nefastos Einsatzgruppen, los comandos que exterminaban judíos, el ataque a Pearl Harbor que obligó a USA a entrar en la guerra, o el ataque nipón a Filipinas.
En el relato se entrecruzan los hechos históricos con los problemas y romances de la familia Henry, es en el apartado del melodrama romántico donde la serie resulta algo irregular, decayendo en algunos momentos el ritmo, y siendo redundante en otros. Se entiende que esto es un mensaje referente a que la vida no para ni con la mayor de las Guerra, los amores, los desamores, los nacimientos, las crisis matrimoniales, los adulterios, el ser humano es indestructible, sus sentimientos no dan tregua.
Robert Mitchum da carisma Victor Henry, hierático militar, transmite mucho con sus silencios, posee una penetrante mirada espejo de sus sentimientos, sabe emitir cariño por su familia sin caer en la sensiblería, su fuerte carácter resulta creíble ante los grandes personajes con los que se cruza, Roosevelt, Stalin o el mismísimo Hitler. Para Herman Wook Victor tenía 50 años, de hecho el director Curtis buscó a alguien de esta edad pero al parecer se encandiló con Mitchum de 65 años, creía que este tenía el carácter suficiente para ser creíble. El problema es su subtrama de amor platónico con Pamela/Victoria Tennant, es nada creíble, no hay química, el desfase de años la hace complicada de digerir, ampliado este muro pues no es veraz este amor platónico y nada carnal. Polly Bergen realiza una maravillosa labor como la frívola esposa de Victor, es una dicharachera e inquieta,… (Continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
… derrocha naturalidad, emite melancolía, amor, desamor, dudas, a Polly le agradó tanto el libro que dejó su retiro de una década para interpretar a Rhoda. Günter Meisner como Hitler, es una fuerza desatada, capta la demencia mesiánica del dictador nazi, su discurso en Berlín ante los nazis antesala del inicio de la Guerra, un volcán en erupción, o la soflama pacifista que le suelta a Victor, de los grandes momentos de la serie por su vigor y energía, sobre todo por su hipocresía, asimismo meritorio el iracundo rapapolvo que le espeta a Von Brauchitsch por dudar de la invasión a Francia, prodigio de ferocidad. A Jan-Michael Vincent le falta algo de carisma, es algo blandito. Ali McGraw resulta una delicia, derrocha empatía y encanto, así como fragilidad cuando debe, tiene su momento estelar en la boda de su cuñado Warren, donde sutilmente sufre un antisemitismo latente, soportándolo con estoicidad, desprende gran ternura. John Houseman realiza una estimable labor, el erudito cree que la guerra no será para tanto, que apenas le afectará. David Dukes compone a un poliédrico y complicado personaje, un flemático tipo que por su inseguridad pierde el amor de su vida, la sigue amando sin remordimientos, tiene su punto álgido en una gran escena justo después de comandar un grupo de refugiados americanos de la Polonia invadida a Alemania, unos soldados de las SS le exigen delate a los judíos que haya entre ellos, está Natalie, secuencia de tensión y zozobra, el miedo y la angustia se respiran, y el hasta entonces frío y diplomático se exterioriza con una fuerte determinación defendiendo a sus paisanos, con un escalofriante duelo con los nazis, de las escenas que recuerdas, larga y de una tensión que se puede rasgar, maravilloso Dukes, Slote nos ha ganado. Ralph Bellamy como Roosevelt es su viva imagen captando sus matices, y transmitiendo que por debajo de su endeble físico se halla una gran fuerza de espíritu, su gran momento en la reunión con Churchill en un portaviones, decide que no puede presentarse en silla de ruedas en la cubierta ante el premier británico, y en acto épico decide subir andando, lo hace lastimeramente, con agonía, entonces la banda militar de música arranca a tocar el himno USA en su honor, conmovedor. Jeremy Kemp resulta admirable como el militar con un fuerte sentido del deber, tiene una gran química con Mitchum.
Aparte de las escenas relatadas con los actores hay otras de enjundia, la boda judía en un pueblo rural en Polonia (cerca de lo que luego sería Auschwitz), la celebración se alterna en el montaje con los últimos preparativos para la inminente invasión a Polonia, las escenas de refugiados polacos en columna de huída siendo atacada por aviones nazis, el tenso encuentro entre Victor Henry y Stalin con el divertido final sellando las diferencias bebiendo, cuando Victor va como observador a un bombardeo aéreo británico a Berlín, las primeras visiones del fusilamiento indiscriminado de judíos en un bosque ruso, penoso. Falta alguna escena más de batallas, solo en el último episodio está la el ataque nipón a Pearl Harbor, o el ataque japonés a Manila, escenas muy bien filmadas. Destacable es la trémula imagen de Victor Henry mirando compungido desde un acantilado el puerto destrozado de Pearl Harbor, su mundo se tambalea.
Hay gran mimo por el detalle gracias a su gran presupuesto, 40 millones de dólares, ambientación exquisita gracias al diseño de producción de Jackson De Govia (‘Die Hard’), recrea con fidelidad y turbación las calles alemanas con sus múltiples e inquietantes esvásticas, los escenarios rurales, la atmósfera militar, gran trabajo de fotografía de Charles Correll (‘Star Trek III’), y ello enaltecido por la música de Bob Cobert, emociona y toca la fibra sensible. El resultado final un éxito de audiencia, que llevó a la ABC seis años después a rodar el libro continuación, ‘Recuerdos De Guerra’. Muy recomendable serie. Fuerza y honor!!!
Aparte de las escenas relatadas con los actores hay otras de enjundia, la boda judía en un pueblo rural en Polonia (cerca de lo que luego sería Auschwitz), la celebración se alterna en el montaje con los últimos preparativos para la inminente invasión a Polonia, las escenas de refugiados polacos en columna de huída siendo atacada por aviones nazis, el tenso encuentro entre Victor Henry y Stalin con el divertido final sellando las diferencias bebiendo, cuando Victor va como observador a un bombardeo aéreo británico a Berlín, las primeras visiones del fusilamiento indiscriminado de judíos en un bosque ruso, penoso. Falta alguna escena más de batallas, solo en el último episodio está la el ataque nipón a Pearl Harbor, o el ataque japonés a Manila, escenas muy bien filmadas. Destacable es la trémula imagen de Victor Henry mirando compungido desde un acantilado el puerto destrozado de Pearl Harbor, su mundo se tambalea.
Hay gran mimo por el detalle gracias a su gran presupuesto, 40 millones de dólares, ambientación exquisita gracias al diseño de producción de Jackson De Govia (‘Die Hard’), recrea con fidelidad y turbación las calles alemanas con sus múltiples e inquietantes esvásticas, los escenarios rurales, la atmósfera militar, gran trabajo de fotografía de Charles Correll (‘Star Trek III’), y ello enaltecido por la música de Bob Cobert, emociona y toca la fibra sensible. El resultado final un éxito de audiencia, que llevó a la ABC seis años después a rodar el libro continuación, ‘Recuerdos De Guerra’. Muy recomendable serie. Fuerza y honor!!!