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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Thriller. Ciencia ficción En un futuro cercano en el que los recuerdos personales ya no son del todo privados, Mia (Andrea Riseborough) debe guardar un secreto inconfesable. Episodio de la cuarta temporada de Black Mirror. (FILMAFFINITY)
21 de enero de 2018
40 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
19/19(19/01/18) Pretencioso y a la vez aparatoso thriller, tercer capítulo de la cuarta temporada de la serie de culto creada por Charlie Brooker ahora para Netflix (las dos primeras en el británico Channel Four). Dirigido por John Hillcoat (“La carretera”) y guionizado por el propio Brooker, en un relato refrito de tantas situaciones vistas en la serie y copiadas de clásicos, sin ir más lejos de la española “Muerte de un ciclista” (1955)de Juan Antonio Bardem, con un desarrollo desproporcionado, con una evolución de la protagonista más chirriante que el tren sobre el rio Kwai descarrilando, con unas situaciones que rebosan incoherencia, donde el recurso nuclear de la serie del uso pernicioso de las nuevas tecnologías, es algo tangencial, en lo que es una vez más (y van ya demasiadas en la serie) un chip en la cabeza se utiliza para extraer recuerdos, pero si ya es algo muy manido, se acentúa por un uso inverosímil de las compañías de seguros para resolver pequeños siniestros. Arranca de modo que huele a muy ajado, y pensamos que en su desarrollo nos sorprenderá, pero la sorpresa es la ausencia de la misma, todo es tan previsible como que todos los años hay film nuevo de Woody Allen, y salteado por comportamientos de un artificioso y forzado que llegan a dar vergüenza ajena, puede sea el peor de todos los episodios vistos de todas las temporadas. Por resaltar algo positivo, mencionar su ambientación de paisajes helados, fríos, nevados, áridos, aprovechando los inquietantes paisajes de Islandia a modo de (pretender) reflejar la personalidad adusta de la protagonista, y también agradecible el escuchar (desgraciadamente solo el comienzo) del delicioso tema de Irma Thomas “Anyone who knows what love is (Will Understand)” que en su traducción al castellano es claramente una alegoría sobre el comportamiento de Mia, "Cualquiera que sepa lo que es el amor (lo entenderá)".

El descenso asesino que sufre la protagonista Mia (siempre llorosa Andrea Riseborough) es del todo punto una aberración, un canto a lo orgánicamente incongruente, el que nos quieran hacer ver que por salvaguardar el status cómodo alguien tan ordinario como esta mujer es capaz de entrar en barrena criminal cual psicópata de slasher resulta estridente. Brooker denota dejadez en este episodio, va con el piloto automático, los dilemas morales quedan absorbidos por una espiral sanguinaria esperpéntica que solapa y repele por lo impostado. Todo esto (malo) solidificado por recursos arteros que nadie se cree, que una perita (mindundi) de seguros, Shazia (buena Kiran Sonia Sawar), disponga de modo ordinario de un aparato con tantas posibilidades me resulta cuanto menos improbable, pero es que encima la gente a la que interroga esta chica ninguno se niega, pero estamos locos! (Más indignación en spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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