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Voto de TOM REGAN:
6
7,2
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Intriga
Una fiel esposa y ama de casa recibe con ira la noticia de que su marido, el jefe de la policía, se ha enamorado de otra mujer y quiere el divorcio. En un arrebato, golpea al hombre con una pata de cordero congelada y le provoca la muerte. Episodio 3x28 de la serie "Alfred Hitchcock presenta". (FILMAFFINITY)
12 de octubre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
339/09(11/10/20) Entretenido pero sobrevalorado (por lo que he leído, incluso fue nominado el guión y la dirección a los Emmy) este episodio (temporada 3, episodio 28) de la popular serie de antología producida por NBC y CBS, creada por Alfred Hitchcock, que en este caso también dirige, en un capítulo guionizado por Roald Dahl (“Charlie y la fábrica de chocolate”), adaptando fielmente un cuento homónimo propio publicado en Harper's Magazine en septiembre de 1953, historia supuestamente le fue sugerida a Dahl por su amigo Ian Fleming (creador de la saga James Bond): "Por qué no le pides a alguien que mate a su marido con una pierna de cordero congelada que luego sirve a los detectives que vienen a investigar el asesinato?". Emitido originalmente el 13 de abril de 1958, siendo uno de los 17 episodios de AHP dirigidos por Hitchcock. Acercándonos un metraje lineal, de humor negro, con un buen ritmo, pero donde todo rezuma una ligereza cual brisa rápida que no deja huella. Hitchcock presenta este episodio desde el escenario de un supermercado donde le ponen una multa "por bloquear un pasillo durante más de una hora", a pesar de que afirma haber estado en el carril lento.
Siendo la estrella absoluta la excelente actuación de Barbara Bel Geddes (apareció en un aclamado film hitchcockiano como “Vértigo”) como Mary, con una gran evolución emocional durante el escaso metraje, haciendo creíble su rol mediante gradualidad, con un rostro maravillosamente empático, a pesar de que el espectador sabe lo que ha hecho, tiene nuestra simpatía por habernos mostrado a su víctima como un tipo cruel y distante, un mujeriego capaz de abandonar a su cariñosa esposa estando embarazada, la vemos como indefensa ante la tosquedad gélida de su esposo, y nos ponemos de su lado, su faz cuando el marido le comunica que la abandona de sin previo aviso resulta conmovedor, sin saber cómo reaccionar solo sabe decir que va a hacer la cena, yendo transformándose en una cínica a medida que transcurre el metraje.
Episodio de claro estilo teatral, donde apenas hay un solo escenario (una salida intrascendente a la tienda), con el salón-cocina del matrimonio y pocos personajes. Donde la estructura está partida en dos, siendo la primera el centro el asesinato, con la previa con la llegada del marido policía, las motivaciones de ira de la esposa, el crimen, y luego el intento de encubrimiento, preparando un escenario de allanamiento y asesinato al hogar que se encuentra la mujer al llegar del supermercado; La segunda parte atañe a la investigación policial in situ, donde tomará co-protagonismo el teniente Jack Noonan (Harold J. Stone), donde el agente no cree sea todo algo de un desconocido, acercándose mucho a la verdad, creando tensión dramática al ir escuchando todo esto la asesina. Pero les falta el arma del crimen, y aquí entra el ingenio de Mary para intentar hacerla desaparecer ante los ojos de los policías, o más bien siendo ellos los ‘cómplices’.
El defecto es que todo me resulta plano en su desarrollo, no hay sorpresas, y el final se ve venir de lejos, tanto que pensaba que no podría ser algo tan fácil y simplista, y mi chasco es que sí, lo fue.
Siendo la estrella absoluta la excelente actuación de Barbara Bel Geddes (apareció en un aclamado film hitchcockiano como “Vértigo”) como Mary, con una gran evolución emocional durante el escaso metraje, haciendo creíble su rol mediante gradualidad, con un rostro maravillosamente empático, a pesar de que el espectador sabe lo que ha hecho, tiene nuestra simpatía por habernos mostrado a su víctima como un tipo cruel y distante, un mujeriego capaz de abandonar a su cariñosa esposa estando embarazada, la vemos como indefensa ante la tosquedad gélida de su esposo, y nos ponemos de su lado, su faz cuando el marido le comunica que la abandona de sin previo aviso resulta conmovedor, sin saber cómo reaccionar solo sabe decir que va a hacer la cena, yendo transformándose en una cínica a medida que transcurre el metraje.
Episodio de claro estilo teatral, donde apenas hay un solo escenario (una salida intrascendente a la tienda), con el salón-cocina del matrimonio y pocos personajes. Donde la estructura está partida en dos, siendo la primera el centro el asesinato, con la previa con la llegada del marido policía, las motivaciones de ira de la esposa, el crimen, y luego el intento de encubrimiento, preparando un escenario de allanamiento y asesinato al hogar que se encuentra la mujer al llegar del supermercado; La segunda parte atañe a la investigación policial in situ, donde tomará co-protagonismo el teniente Jack Noonan (Harold J. Stone), donde el agente no cree sea todo algo de un desconocido, acercándose mucho a la verdad, creando tensión dramática al ir escuchando todo esto la asesina. Pero les falta el arma del crimen, y aquí entra el ingenio de Mary para intentar hacerla desaparecer ante los ojos de los policías, o más bien siendo ellos los ‘cómplices’.
El defecto es que todo me resulta plano en su desarrollo, no hay sorpresas, y el final se ve venir de lejos, tanto que pensaba que no podría ser algo tan fácil y simplista, y mi chasco es que sí, lo fue.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
No tiene mucha lógica que la noche del asesinato, con el cadáver aún caliente, un grupo de policías se pongan a comer el cordero preparado por la mujer del muerto a unos pocos metros de la silueta del asesinado, muy forzado. Aunque vale la pena escuchar a un policía comentar que el arma del crimen debe ser grande, lo dice con parte del cordero cocinado en sus manos antes de comérselo, precisamente el arma. A continuación de esto vemos a Mary sentada sola con una sonrisa cínica en primer plano, esto me recuerda claramente al rostro de Anthony Perkins en “Psycho” (1960), también en el final con una camisa de fuerza en su celda del psiquiátrico.
En el clásico epílogo del programa, Hitchcock explica que Mary Maloney finalmente fue atrapada después de intentar golpear a su segundo esposo de la misma manera porque "él era del tipo olvidadizo y se había olvidado de enchufar el congelador", haciendo que la carne "fuera tan suave como gelatina". Quizás esto tiene que ver con el Codigo Hays que impedía que el crimen triunfara y Hitchcock lo sorteaba de este modo tan cínico y risible.
Episodio ameno, mordaz, pero muy trivial. Fuerza y honor!!!
En el clásico epílogo del programa, Hitchcock explica que Mary Maloney finalmente fue atrapada después de intentar golpear a su segundo esposo de la misma manera porque "él era del tipo olvidadizo y se había olvidado de enchufar el congelador", haciendo que la carne "fuera tan suave como gelatina". Quizás esto tiene que ver con el Codigo Hays que impedía que el crimen triunfara y Hitchcock lo sorteaba de este modo tan cínico y risible.
Episodio ameno, mordaz, pero muy trivial. Fuerza y honor!!!