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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Ciencia ficción. Thriller Una misteriosa interferencia entre dos tiempos provoca que Vera, una madre felizmente casada, salve la vida de un niño que vivió en su casa 25 años antes. Pero las consecuencias de su buena acción provocan una reacción en cadena que hace que despierte en una nueva realidad donde su hija nunca ha nacido... (FILMAFFINITY)
24 de mayo de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
83/13(21/05/19) Entretenida tercera realización del barcelonés Oriol Paulo (tras “El cuerpo” y “Contratiempo”), que termina por alargarse en demasía con lo que sus muchos agujeros se hacen más patentes, así como hace acto de presencia un bajón de ritmo alarmante. Hay que agradecer al cineasta su gusto por relatos enrevesados, arriesgando en sus temas, jugando con el espectador y su percepción, haciéndolo partícipe e involucrándolo en sus thrillers. En este caso juega con el efecto mariposa sumándolo a los gusanos de tiempo que comunican épocas con otras, derivando que al alterar un hecho del pasado hace que el efecto caos modifique sustancialmente el presente. Este es un tema tratado en muchas ocasiones en cine, desde “Regreso al futuro” (a la que se homenajea con la imagen del reloj grande atacado por un rayo), “Terminator”, “El efecto mariposa”, o la hispana “Los cronocrímenes”, aunque de la que más bebe descaradamente es de “Frequency”, en la que un padre y un hijo se comunicaban a través de una radio, lo hacían a través de décadas de diferencia, aquí se ha cambiado el medio de comunicarse a una vieja televisión. En este caso el relato atrae en su inicio pero va perdiendo fuelle a pasos agigantados, desinflándose en su heterogénea mezcla, con recursos artificiosos, con personajes clichés, con diálogos planos, personajes superficiales, esto produce que al final el modo de querer manipularme sentimentalmente me resulta fatuo, y es que llegado su tramo final me importa un bledo lo que les pase a los protagonistas, a lo que tampoco ayuda su conclusión anticlimática. Oriol se nota muy embebido del cine americano, habiendo trazas en la cinta de las anteriormente mencionadas, y además de “La ventana indiscreta” o “Poltergeist” (por lo de la residencia suburbana), construyendo un film de suspenso con elementos hábiles, con saltos en el tiempo, asesinatos, paradojas temporales, supuestos giros inesperados, pero le pierde el azúcar al realizador, parece gustarse mucho a sí mismo, y excede el metraje más allá de lo que las posibilidades del guión (escrito por él junto a Laura Sendim), ello que por ejemplo hace que sus supuestas sorpresas queden en fuegos de artificio que un espectador medio ha desvelado hace mucho con lo que estas llegan apolilladas. Destacable es su recreación de la época del pasado con las casetes, o el grupo británico Transvision Vamp (se ve una camiseta de este grupo), o a Cindy Lauper (Time After Time canta el Nico Lasarte de niño frente a la cámara).

La protagonista Vera Roy (como bien he leído) se erige en una especie de alter ego de la mítica Cassandra, que fue castigada por el Dios Apolo con el Don de la profecía, pero que esto se convertiría para ella en una maldición. El director posee dotes para componer rompecabezas intrigantes, con elementos sugerentes que hacen nos atrape, dota de ritmo sus obras, crea un halo de misterio en sus metrajes, con estética notable, pero aquí los valores se van diluyendo en un minutaje que al querer atraparte lo que hace es mostrarte sus costuras conforme se deshilachan a cada minuto.

Las actuaciones resultan en conjunto pasables, el único que destaca es Javier Gutiérrez, que cada vez tiene más tablas, capaz sin apenas hablar de dejar constancia de su mundo interior; Adriana Ugarte me resulta sobreactuada; Chino Darín parece desubicado, como deseando acabar para cobrar el talón; Álvaro Morte cumple con su rol de simpático esposo con algún secretillo.

La puesta en escena como es habitual en Paulo resulta atractiva visual y auditivamente, rodando en Gran Canaria, Barcelona, Parc audiovisual de Catalunya-Terrassa y L'Ametlla del Vallés-Barcelona, donde la cinematografía de Xavi Giménez (“El maquinista” o “Ágora”) crea imágenes bonitas, jugando con la escasa iluminación, componiendo bellas postales de la tormenta; se suma la música del compositor Fernando Velázquez (“Lo imposible” o “La cumbre escarlata”), potenciando con sus melodías la tensión de este thriller de ciencia ficción.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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