Clavadito que el anuncio aquel de no recuerdo qué bebida gaseosa. "El gurú del sexo" es lo mismo pero más largo. Y hay que reconocer que como te pille con la guardia baja, puedes soltar más de una carcajada. Además es imposible que no te caiga bien ese Jimi Mistry con eterna cara de desconcierto o la gran Christine Baranski en ese papel de millonaria remilgada pero excéntrica que le va como anillo al dedo. Heather Graham también cumple como partenaire romántica pero Marisa Tomei luce aquí un registro que por fortuna ya abandonó hace tiempo, el de chica maja con una preocupante facilidad para volverse histérica y a la que fostiarías sin pensártelo dos veces.

Las coñitas que derivan del encuentro Hollywood-Bollywood son frescas y simpáticas y se ríen por igual de los tópicos de ambos tipos de cinematografía. El final, tan olvidable como alegre e intrascendente. Mediocre, pero deja un singular buen sabor de boca.