Película pequeña sustentada en poco más que tres actores en una localización interior, dirigida por el mismo realizador de películas como Psycopaths (2017) y protagonizada por Dean Cates (Ritual, 2013) y Lauren Ashley Carter (The Woman, 2011).

Luego de recibir un extraño mensaje de su hermano Martin, un veterano de guerra y sus dos hermanos (Ed y Lyla) viajan para verlo en su casa familiar aislada junto a un lago. Al llegar al lugar se encuentran con algo terrible, luego de descubrir un terrorífico secreto que involucra a toda su familia…

Esta pequeña película va directa al grano, mostrando desde su inicio una intriga que será el sustento del film durante gran parte de su metraje, hasta el momento en que se revela la auténtica naturaleza de Pod y esta toma un cambio de tono importante. Las actuaciones llegan a cumplir de forma justa, aunque el actor Brian Morvart consigue sacar al espectador de la película con una actuación que deja mucho que desear. La película, con una duración de apenas 76 minutos, no llega a aburrir, pero una trama excesivamente sencilla que no explica prácticamente nada deja al espectador con una sensación de indiferencia al acabar el film.

Pod es una película con poco presupuesto que cumple con lo que uno espera de una producción de este tipo, y aunque hay mil películas de este tipo mejores, consigue que el espectador pase un rato entretenido.

Nota personal 5/10