Probablemente asevera que "El tercer gemelo" es un mamotreto de tres horas porque no ha leído la novela. Pero lo cierto es que todo lo que aparece en el telefilm forma parte de la misma, salvo pequeños detalles sin importancia (a excepción de lo que destripo en spoiler). Incluso el director ha suprimido fragmentos triviales que poco aportaban a la trama o dificultaban su complejidad. Creo, sinceramente, que es una muy buena adaptación del libro de Ken Follett. Eso sí, discrepo de los actores elegidos y de la excesiva frialdad con que se tratan los personajes.
En primer lugar, por mucho que intentaba esforzarme, no veía a Kelly McGillis en el papel de Jeannie Ferrami. Según el escritor la bióloga criminalista tiene veintiocho años, es morena y lleva un aro perforado en la nariz. Aquí encontramos a una mujer madura todavía atractiva -pese a haber perdido algo de esa belleza en sus éxitos de los 80 -, rubia y sin un pobre piercing en su pared nasal. Algo parecido ocurre con Jason Gedrick, teniendo en cuenta que Steve Logan debería contar diecinueve años de edad. Sin embargo, opino que él convence más en el personaje por sus diferentes interpretaciones múltiples. Probablemente Tom McLoughlin pensó que una investigadora tan joven y un estudiante de derecho harían menos creíble el relato en imágenes.
Tampoco Lisa encaja en la descripción que de ella hace Follett: Rubia, de estatura media, exuberante y blanca. De hecho, sólo me quedan tal y como aparecen en la novela el trío de la conspiración, la amiga de Jeannie que trabaja en el FBI y la detective Mish Delaware.
No obstante, insisto, si buscais intriga a raudales y pasais de leer el libro, "El tercer gemelo" es una excelente opción. No estará entre las mejores de la historia del cine por su formato de telefilm, pero seguro que Palomo habrá alabado muchas más películas que a mí me parecerán truños.