Desde el día en que desperdicié mi dinero en este amago de película, he mantenido que es sin duda alguna, la peor de todas las que he visto en mi vida. Por ello, siempre que surge la típica conversación entre amigos sobre cuál es la peor película que uno ha visto, lo tengo claro, y me apresuro a decir, casi con rabia, que Miedo.com es la más grande de las bazofias habida y por haber en el mundo del cine. Es como si aún siguiera dolido por aquella tarde de cine en la que me sentí engañado y timado.

Miedo.com no es más que una mezcla carente de creatividad e intento fallido de copia de otras cintas del género. El guión sobrepasa con creces el ridículo y va más allá de los límites del absurdo. Básicamente cambia el teléfono de The Ring, por una página Web, y a partir de ahí pretende aprovecharse del desconocimiento del público en materia de informática. El problema es que cualquier persona humana con unos conocimientos mínimos en Internet, se da cuenta rápidamente de que lo que la película pretende contar es sonrojante. ¡Basta ya de utilizar la informática para tomarnos el pelo!

En una película donde un guión sin creatividad resulta incoherente de principio a fin y donde nada tiene sentido, lo único que cabe esperar es que se sostenga de alguna otra forma. Pero es que no hay pata que la sostenga porque es una película donde todo falla al unísono, y ese es el único logro del director. Los personajes están vacíos y las interpretaciones son realmente pobres, por lo que no se entiende que actores de cierta entidad como Stephen Rea o Natascha McElhone, que estuvo espléndida en El show de Truman, se presten a participar en semejante esperpento. Del mismo modo que tampoco se entiende que haya productores dispuestos a invertir dinero en sacar a la luz “proyectos” de estas características.

Lo peor que le puede pasar a una película de miedo que no da miedo, es que tampoco de risa. Y es que lo único que produce es indignación. Miedo.com es un insulto y una aberración no solo contra el cine de terror, sino contra cualquier tipo expresión artística.