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Voto de FATHER CAPRIO:
8
Drama. Terror Alonzo es una de las atracciones del circo gitano de Zanzi. Aunque es manco, arroja hábilmente con los pies cuchillos contra Nanon, la bella hija de Zanzi. A la joven no le gusta que los hombres la manoseen, en especial Malabar, el hombre forzudo. Por eso se siente muy a gusto con Alonzo, pero éste no es quien dice ser. (FILMAFFINITY)
17 de junio de 2009
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin necesidad de maquillajes, Lon Chaney, "el hombre de las mil caras" ofrece una interpretación absolutamente magistral en el papel de Alonzo, un hombre sin brazos, certero lanzador de cuchillos y enamorado de Nanoon (Joan Crawford) la caballista hija del dueño del circo. Hasta aquí, todo correcto, relativamente normal, melodramático e incluso romántico. Pero, aunque se dice que las apariencias engañan, aquí nadie se llama a engaño. Estamos ante un film de Tod Browning y quienes hayan visto Freeks (La parada de los monstruos) saben perfectamente de lo que estamos hablando: Browning, con seguridad, nos tiene preparadas algunas sorpresas.

Y así es. Sorpresas que no voy a ser yo quien desvele y que entran en el terreno del secreto de sumario, pero que a buen seguro, y a pesar de los años trascurridos desde el 27, las cosas que hemos visto, ¡eh, sir John!, y que al mundo lo han vuelto del revés entre todos, seguro que todavía hieren su sensibilidad. No serán heridas profundas como las de los monstruosos seres de Freeks, aunque y reitero la reflexión que hice en su día, los verdaderos monstruos no son los deformes físicamente sino los otros, tan normalitos ellos, pero seguro que les dejan sobre la piel cicatrices con la forma de esas jugarretas causadas por el destino que se conocen por su nombre de pila: Fatalidad.

Descubrir a una Joan Crawford en sus inicios, aprendiendo de un Lon Chaney (ídolo de la época) y llegando a decir que hasta ese momento no supo la diferencia existente entre estar delante de una cámara y actuar delante de la cámara, es otro aliciente añadido a una película que, basada en un hecho real, resulta sorprendente incluso tantos años después. Loa avatares sufridos por la película, su desaparición, su reencuentro en 1968 entre otros "desconocidos" trabajos, son un aliciente más, por si fuesen pocos, para ver esta película donde se profundiza más en el terror psicológico que en el terror más convencional y purista.

A destacar, por su evidente realismo, las habilidades de Paul Desmuke, autentico lanzador de cuchillos, nacido sin brazos y que dobló a Chaney en escenas como las de fumar un cigarrillo con los pies. Con sus "discapacidades", Desmuke llegó a ostentar el cargo de juez de paz, en la vida real.

Dedico mis líneas finales a Lon Chaney, senior, cuyas dotes interpretativas hicieron de él una de los grandes stars del cine mudo. De hecho, la crítica no trató demasiado bien ni a Freeks ni a Garras humanas, pero su éxito taquillero fue más que notable. Para enmarcar: La escena en que Alonzo descubre la tremenda verdad, su risa histérica y su locura descontrolada.
FATHER CAPRIO
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