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Voto de FATHER CAPRIO:
5
Aventuras En vísperas de su boda, una muchacha de los Mares del Sur es raptada y conducida hasta una isla dominada por una malvada sacerdotisa que aterroriza a los nativos con sangrientos rituales. (FILMAFFINITY)
29 de abril de 2009
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 44 Robert Siodmak ofrece dos de cal pero también una de arena. Junto a las excelentes El Sospechoso y La dama desconocida, Siodmak nos "cuela" Cobra Woman (La reina cobra) colorista pero chirriante trabajo con la dominicana "ciclón caribeño" María Montez en una interpretación dual junto a John Hall, habitual del género de aventuras orientales especialmente recordado por Huracán sobre la isla de John Ford, Sabu y Lon Chaney Jr.

Es probable que el período bélico vivido por toda la sociedad norteamericana propiciase de algún modo un tipo de cine escapista alejado de problemas. Cine de fácil digestión y de palomitas a discreción. Es evidente que en Siodmak había calidad para muchísimo más. Justo en 1945 filmaría La escalera de caracol, otro film excelente y Pesadilla, nunca una taza de café tuvo tan vital importancia. Por ello me pregunto y trato de analizar ¿Qué falla? ¿Por donde se resquebraja todo?

Sin ahondar demasiado en tecnicismos que puedan haber colaborado sustancialmente a la minusvaloración de Cobra Woman, soy de la opinión de que el epicentro del desastre está en el guión. Hay guiones magníficos, otros salvables por si mismos, bastantes que son salvados por los actores y el director, y otros que no hay quien los salve. En el caso de Cobra Woman tan solo la mano de Siodmak confiere algo de coherencia a una historia que se ofrece a los espectadores absolutamente digerida, evitando que estos deban hacer esfuerzo alguno de asimilación. La historia de dos hermanas gemelas con caracteres tan diversos que más bien parece cada una de su padre y de su madre, a las que el destino y la oposición silenciosa vuelven a unir con la noble intención de modificar el sangriento destino de una isla gobernada por una especie de Krakatoa devorador y su sacerdotisa, podría haber dado mucho más juego pero para ello se hubiese necesitado poner algo de interés en ello. Y aquí se pone tan poco que la película dura únicamente 71 minutos. ¿Se les acabó la imaginación o prefirieron acortar el aburrimiento del espectador?.

Aunque seguro que habrá quienes encuadren el film entre los de culto, especialmente por la simbología fálica de la danza frente a la cobra enhiesta, a servidor le ha causado cierta decepción, especialmente por ser fruto del incuestionable, en lo que a oficio y calidad se refieren, Robert Siodmak.

Pasable. No más...
FATHER CAPRIO
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