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Voto de FATHER CAPRIO:
7
Terror. Intriga Adaptación de una novela del escritor inglés Arthur Conan Doyle. Sobre los Baskerville pesa una maldición que ha traído muerte y desgracias sin cuento a las sucesivas generaciones de la familia. Cuando Sir Charles Baskerville aparece muerto en los páramos, Sherlock Holmes sospecha que el único miembro de la familia que permanece vivo, Sir Henry, será la siguiente víctima, pero no a causa de la maldición, sino debido a la ambición de ... [+]
21 de mayo de 2010
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los “puristas” defienden la plena concordancia entre novela origen y guión cinematográfico, especialmente en obras de notoria popularidad, como este caso u otros trabajos literarios de Sir Arthur Conan Doyle con su personaje insignia Sherlock Holmes. Sin embargo no soy de los que dedican su tiempo a localizar las siete diferencias, como si esto fuese la página de pasatiempos del suplemento dominical de algún periódico. Juzgo lo que veo y sus coherencias intrínsecas, el envoltorio que lo embellece o no (fotografía, decorados, exteriores, música), la actuación de los actores que dan vida a la historia y la destreza de la batuta que dirige el conjunto, sin entrar demasiado si la historia cinematográfica es absolutamente fiel, relativamente fiel o completamente infiel a la historia literaria.

Tampoco creo que si Conan Doyle levantara la cabeza, despotricaría contra quienes se alejan más de lo “conveniente” de los planteamientos originales. Probablemente hasta se sintiese orgulloso de haber creado casi un género cinematográfico. El de la pareja por antonomasia del cine detectivesco: Holmes y Watson. Y lo digo habiendo leído hace bastante tiempo la novela en cuestión y habiendo visto distintas versiones fílmicas. ¿Diferencias? Haberlas háilas pero son poco molestosas que diría el genial Cantinflas.

El planteamiento de El perro de Baskerville es, quizás, bastante singular en la temática Holmesiana. Por lo general los casos de Sherlock Holmes encierran misterios pero no leyendas históricas de dudosa credibilidad. Esta es una de las obras donde el terror y la intriga confraternizan, por mucho que el famoso inquilino de Baker Strett intente establecer la frontera entre lo detectivesco y lo sacerdotal. Tal singularidad le sienta bien a la novela y a la película, y permite que se diferencien de esos modelos comunes donde imperan las lógicas deductivas y los razonamientos decimonónicos. También los hay aquí, sin duda, en un espacio donde lo sobrenatural pugna por hacerse su hueco en la implacable lógica del maestro Sherlock.

Acostumbrados a presupuestos dilapidadores, la versión Fisher de la historia lleva la B de barato. Sin embargo Cushing y Lee son dos renombrados artistas del cine de terror y Hammer Films acredita experiencia en el tema más que suficiente para garantizar niveles de calidad y de coherencia intrínseca. El resultado es un film bueno, excelente por momentos (la jauría de perros, la tarántula, las arenas movedizas) y donde la fotografía de Asher plasma instantes de absoluta genialidad, de esos donde sobran las palabras, donde las sombras o los gestos hablan y explican la historia sin abecedarios. Solo, como dice Holmes, hay que saber utilizar los ojos.

No todo el páramo es orégano. Por tramos, el interés decae, entre romances no convincentes o personajes como el del doctor Mortimer que parece estar ahí para incrementar la lista de posibles sospechosos. En el haber, pongamos al reverendo y su par de copitas de jerez…
FATHER CAPRIO
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