No tengo ni idea de cómo llegué a descubrir este título, pero para nada me arrepiento de haberlo hecho. Con una banda sonora acertadísima, tanto en sus momentos de humor negro como en aquellas escenas que requerían más suspense, la película gira en torno a un tipo normal cuya existencia se verá alterada por circunstancias nada previsibles.

No estamos ante nada del otro mundo, pero seguramente a más de uno le agradará ver una cinta, para nada conocida, que tiene muchos más atributos que cualquier otro título afamado.

Y aunque suena algo tópico hablar de las interpretaciones, el personaje principal (Bill Paxton) lo hace cojonudo. Por supuesto, hablar de Michael Ironside sería absurdo, un lujo afortunadamente al alcance de todos.