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Voto de DaniBalboa:
5
Romance. Drama Año 1940, durante la ocupación alemana del ejército nazi en Francia. Lucile Angellier (Michelle Williams) es una joven que aguarda noticias de su marido, prisionero de guerra, mientras lleva una sofocante existencia junto a su controladora suegra (Kristin Scott Thomas) en un pequeño pueblo francés. Ambas viven ajenas a la realidad de la guerra hasta que un grupo de refugiados parisinos llega a la localidad huyendo de la ocupación, al ... [+]
16 de mayo de 2015
34 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
El príncipal atractivo de Suite francesa radica en el hecho de que una francesa se enamore de un soldado nazi, tal como si una mujer iraquí se enamorase de un soldado norteamericano. Y estando casada, para más inri.

Tú te dices a ti mismo, cómo habrá pasado esto, tengo que verlo.

Lo haces y te das cuenta de que lo que ha pasado es muy sencillo. La mujer, intrepretada por Michelle Williams, es una jovenzuela que vive con la cruel y estricta madre de su marido, un hombre al que nunca amó y del que lleva separada bastante tiempo. Sus días pasan sin pena ni gloria, encerrada en casa o haciendo recados con la suegra, aprendiéndose la guía de la buena esposa a la espera de que su marido regrese a casa.

De buenas a primeras le meten en casa al soldado nazi, interpretado por Matthias Schoenaerts (del que puede decirse que goza de gran atractivo entre el mundo femenino). La chavala tiene delante de ella a un hombre alto, fuerte, guapo, de mirada amable pero firme, penetrante, con mucha seguridad, con autoridad, que comparte su pasión por la música, que compone como nadie, que la trata con delicadeza y que nada tiene que ver con el prototipo de soldado nazi que hayamos visto hasta la fecha.

Ay omá qué rico, piensa nuestra protagonista.

La joven, sencillamente, se encoña por el soldado. Puede ser totalmente normal, ella vive pegada a la suegra en un pueblo donde la presencia de sus coetáneos varones brilla por su ausencia e infelizmente casada con un hombre que no termina de regresar al hogar.

Al soldado nazi le pasa tres cuartos de lo mismo. Llega a un pueblo, lleno de mujeres cuyos maridos están ausentes, y empieza a convivir con una muchacha solitaria y bien parecida.

La cuestión está en que para que el trago no sea amargo nos muestran cómo el marido de la chica le era infiel en un pueblo donde todo el mundo lo sabía, y sobre todo, nos presentan a un soldado que poco o nada tiene que ver con uno que comparta la ideología nazi. Él viene a decir en un momento de la película que está ahí porque hace su deber, que ayuda al grupo. Y entonces tú ya dices, ah sí, así sí. Ahora entiendo y deseo que estén juntos.

En otro orden de cosas, la ambientación, las interpretaciones y todo lo demás están bien, la peli cumple pero se vuelve ya una cinta del montón. Una cinta que no hace lo que principalmente se espera de ella, que es plantear un verdadero dilema moral entre los protagonistas.
DaniBalboa
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