“Azumi” es una película idónea para los amantes del género, es decir, para los que busquen una cinta de acción con peleas de katanas y estética manga. Si no te apetece ver una película de este estilo, pues la verdad es que no tiene mucho sentido que la visiones. Personalmente, he visto cubiertas mis expectativas y me ha dado lo que me esperaba de ella (a pesar de que tiene sus defectillos, no puedo negar que me lo he pasado como un enano mientras la veía).

El argumento, como suele ser por regla general en este tipo de productos, es bastante sencillito y con una fuerte dosis de tragedia durante todo el metraje. Normalmente criticaría este aspecto, pero lo cierto es que aquí juega a su favor. Incluso te diría que aciertan de pleno, ya que el plato fuerte de este producto es la acción y las luchas encarnizadas a muerte. Si hubieran creado una trama más elaborada, y con vueltas de tuerca en su guión, no hubiera pegado ni con cola en medio de tanta acción y tanta batalla. Y además, contiene algún que otro diálogo de besugos, personajes que evidentemente sobran (como los hermanos asesinos del “agujero” en la mano), y también se “flipan” un poco con saltos increíbles y cualidades sobrehumanas de algunos de sus personajes. Es bastante común que este tipo de cintas sean de esta forma, así que el hecho de meter un mejor guión, un guión más serio, pues creo que le perjudicaría en vez de beneficiarle.

¿Qué decir de la protagonista? Madre mía, madre mía, la tipa es como para preguntarle la hora o mirarla de malos modos… ni se te ocurra si en algo valoras tu vida (¡jajaja!). Ahora en serio, la elección de la protagonista es perfecta. Aya Ueto encarna a Azumi, una chica modosita, muy guapa y con aspecto de no haber roto un plato en su vida, pero que en realidad es una consumada experta en el manejo de la espada y una auténtica máquina de matar. Esa escena de Azumi cuando entra en el poblado con la katana y vestida con la capa es la leche… no me digáis que no habéis flipado en colores con ella. Por cierto, la chica es una cantante de pop y folk con mucho éxito en Japón.

El aspecto técnico del filme no es ninguna maravilla (algunas cosas son un pelín cutrecillas), sin embargo posee unas buenas coreografías en las batallas, y algo que quiero alabar es que usan el “kétchup” de toda la vida en las escenas con sangre. Me alegro porque me resulta patético ver la sangre esa digital que está últimamente de moda y que queda fatal (queda totalmente irreal). Y poco más voy a añadir, salvo que voy a ver ahora mismo la segunda parte de “Azumi”, porque esta primera me ha encantado.