8 de noviembre de 2017
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Cuando era pequeña no supe verle el encanto a esta película, siendo de las que menos veces he visto de Disney y Pixar. Conforme fui creciendo fui cogiéndole cada vez más cariño, por la forma que tienes de conectar con Andy y la forma y cambio de trato hacia sus juguetes por su crecimiento.
Esta película fue un gran punto para su época, siendo una película realizada completamente a ordenador que quedó increíble y llegó a una enorme cantidad de personas, con unas perspectivas y una iluminación adecuadas y oportunas para las situaciones, dando un dramatismo y una realidad a unos juguetes.
Sus personajes eran maravillosos, aún siendo juguetes incluyen unas personalidades y carisma, siendo tan humanos, que hacen que sientas una empatía e identificación increíble, enseñandonos cosas malas de la vida como los celos, la posesión y egoísmo, con cosas buenas como la amistad y el compañerismo.
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