Imágenes duras, muy duras, que hieren la sensibilidad humana, para un documental que sirve como publicidad de uno mayor, donde la crueldad se muestra sin tapujos, donde las imágenes hablan por si solas, donde los testimonios son atractivos, aunque duros para los parlantes, y donde la voz en off intenta acercarnos a la realidad, una realidad en cierta parte olvidada por la humanidad, los humanos de este siglo, pero no olvidados por la historia, una historia que ha dejado una imágenes para el recuerdo, en memoria de la barbarie humana, bajo la bandera de un mundo mejor.

75 minutos, insignificantes para lo qué pudo haber sido, un escaso segundo de infierno en vida de hombres, mujeres y niños que sufrieron, que murieron en vida, sin esperanzas de ver el sol salir nuevamente, campos de concentración, llenos de muerte.

Las lágrimas caerán por vuestros estupefactos rostros, y si las habéis olvidado, no os preocupéis, vendrán a vosotros como recuerdo de la crueldad de los no presentes. Duro, aunque en sintesis.