El principio de la navaja de Ockham se debe a Guillermo de Ockham, un fraile franciscano, filósofo y lógico escolástico inglés del siglo XIV, oriundo de Ockham, un pequeño pueblo de Surrey, Reino Unido, y se basa en que la explicación más sencilla es probablemente la explicación correcta.

Claramente ninguna de las personas que han creado esta serie han oído hablar de el, nunca.

Su punto de partida y sus planteamientos son interesantes, aunque sus deducciones acerca de las preguntas sin responder del ser humano rápidamente son conducidas hacia una única conclusión: aliens.
Sin embargo, llega un momento en el que van más allá, y poco a poco introducen más deducciones, aunque esta vez sobre preguntas que el ser humano si ha podido responder mediante la ciencia, aunque para ellos sigue habiendo una única y obvia conclusión posible: aliens.
Su única conclusión para explicar cualquier suceso a lo largo de la historia aunque para ello tengan que sobrepasar los límites del ridículo hasta que estos tocan con el mejor humor absurdo.

Con todo, resulta bastante entretenida y divertida de ver, siempre y cuando se vea como lo que es, es decir, una gran comedia.